El médico de la clínica 7 del IMSS vivió para contarlo tras permanecer intubado.
Totalmente agradecido con Dios tras haberse convertido en el primer sobreviviente del COVID-19 en Monclova y en todo el estado, fue como se dijo el doctor Juan Ramón Arturo Teotl a poco más de un año de haber sido dado de alta del llamado piso de la esperanza en la clínica 7 del IMSS donde incluso fue intubado y hoy vive para contarlo y se encuentra a punto de lograr su jubilación como médico internista.
El doctor Teotl como se le conoce en la comunidad y entre sus compañeros de la clínica 7 donde lleva laborados más de 28 años, recordó que fue a finales del mes de marzo del 2020 cuando sufrió el contagio del COVID-19 tras conocerse del virus en varios de sus compañeros del área de urgencias en la clínica 7.
De hecho, el doctor Teotl atendió en aquel entonces a dos pacientes que se encontraban bajo un pronóstico de neumonía atípica, de los cuales posteriormente se supo que uno de ellos sería considerado como el ¨paciente cero¨, es decir el primero que llegó con el contagio al interior del hospital IMSS en Monclova. Fue específicamente el 25 de marzo cuando el médico internista comenzó a presentar síntomas como dolor de garganta, fiebres mayores de 38 grados, cansancio, pérdida del gusto y el olfato por lo que decidió someterse a la prueba correspondiente de la cual el resultado arrojó el positivo al coronavirus. Fue el 30 de marzo cuando el doctor ingresó a la clínica 7, misma donde labora con un cuadro marcado como grave por el contagio del virus, razón por la que incluso fue intubado, porque en su conocimiento como médico sabía que era una de las opciones más viables y aunque también sabía que era probable que ya no despertara decidió ser intubado por sus compañeros.
El 4 de abril, fue cuando el doctor despertó tras haber sido intubado y días después entre porras y aplausos de sus compañeros fue dado de alta, convirtiéndose en el primer paciente que sobrevivía al COVID-19 en Monclova y en todo el estado de Coahuila.
Ahora a poco más de un año de vivir esa cruda y dolorosa experiencia, el doctor Teotl se dijo agradecido, con Dios, con la vida y con todos sus compañeros que se entregaron a su trabajo en todo momento para salvarle la vida como lo han hecho desde aquel entonces con muchas otras personas que también se contagiaron de COVID-19.