La vicepresidenta afinará la negociación de acuerdos regionales que permitirían enfrentar de raíz el fenómeno de la migración irregular de centroamericanos a EU.
SAN JOSÉ, Costa Rica,- El gobierno de Estados Unidos anunció este viernes que México fue invitado a unirse el próximo martes a una cita en la capital costarricense de los cancilleres de Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Panamá, Belice y República Dominicana con el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, para debatir la crisis migratoria regional y las amenaza a la democracia en América Latina y el Caribe.
El anuncio fue hecho por la subsecretaria interina de EU para Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung, en una teleconferencia de prensa para referirse a la visita que Blinken hará el próximo martes a Costa Rica para dialogar con los ocho países del área que integran el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
"Si bien aún se está trabajando en los detalles respecto de los asistentes, entiendo que se ha invitado a todos los países del SICA y a México para que envíen a sus ministros de Relaciones Exteriores a la reunión", precisó Chung.
"Los líderes utilizarán este foro multilateral para hacer frente a una amplia variedad de cuestiones, que incluyen profundizar nuestro enfoque colaborativo ante los desafíos migratorios; combatir la corrupción y la impunidad, y fortalecer las instituciones democráticas y el Estado de derecho", agregó.
Otros factores que se debatirán serán "mejorar la seguridad y el crecimiento económico inclusivo para los pueblos de la región, luchar contra la pandemia de Covid-19 y abordar las recuperación social y económica, y mejorar la conservación ambiental", mencionó la diplomática.
"Todos estos desafíos trascienden las fronteras y exigen respuestas coordinadas que incluyan la participación de socios regionales y globales, entre ellos México. También sabemos que los países de América Central se beneficiarán con una integración económica más profunda", planteó.
El viaje de Blinken será el primero a América Latina y el Caribe desde que Joe Biden asumió la presidencia de EU el pasado 20 de enero.
La decisión de Blinken de escoger como su primer destino a Costa Rica significó un mensaje de la Casa Blanca a la región interamericana en momentos de creciente menoscabo democrático, ya que este país centroamericano está consolidado como una de las principales y más sólidas democracias en América.
Biden condicionó su nueva política migratoria al combate a la corrupción en el Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador).
El gobernante sepultó la actitud de su predecesor, Donald Trump, de ser complaciente con la corrupción en los tres países y, a cambio, solo pedirles contener a los migrantes sin visa de EU.
Al respecto, Chung advirtió que Biden "ha sido claro desde el comienzo acerca de la importancia de abordar la corrupción y asegurar que la lucha contra la corrupción, la democracia y los derechos humanos son el eje de nuestra política exterior".
"Los líderes (del área) que no estén dispuestos a combatir la corrupción no serán considerados aliados estrechos de EU y eso es algo que tomamos muy en serio", alertó.
El deterioro democrático se agravó en 2021 en El Salvador, Nicaragua, Venezuela y Cuba, aunque los peligros también surgieron en Colombia, Brasil y Haití, entre otros focos de tensión.
La administración Biden fustigó los prolongados conflictos de la democracia en Nicaragua, que recrudecieron en 2018, y en Venezuela, que se agudizaron desde 2014, como gobiernos izquierdistas aliados con Cuba en el bloque anti-Washington continental.
Asimismo, rechazó la medida que el gobierno de El Salvador ejecutó el primero de mayo de romper con la separación institucional de poderes y tomar control del Legislativo y del Judicial.
En el radar de inquietudes sobre el futuro de la democracia hemisférica también están la violencia que estalló en Colombia con un paro que comenzó el 28 de abril, el permanente tambaleo institucional en Haití, con un gobierno que debió concluir el 7 de febrero de este año y prolongó su gestión, en un escenario de zozobra electoral.
Los rasgos de autoritarismo emergieron en Brasil tras el ascenso, el 1 de enero de 2019, del ultraderechista Jair Bolsonaro. Otro punto de tensión está en Honduras, cuyo presidente, Juan Orlando Hernández, fue reiteradamente acusado en juzgados de EU de ser cómplice del narcotráfico. Hernández rechazó esos cargos.
La visita de Blinken precederá a la que la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, hará el 7 de junio a Guatemala y el 8 a México, para evaluar los conflictos migratorios regionales.
Harris llegará el 7 a la capital guatemalteca para entrevistarse con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, y el 8 viajará a la Ciudad de México a reunirse con el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
La vicepresidenta afinará la negociación de acuerdos regionales que permitirían enfrentar de raíz el fenómeno de la migración irregular de centroamericanos a EU.
Al respecto, Chung recordó que el presidente Biden propuso un programa de unos cuatro mil millones de dólares para impulsar el desarrollo socioeconómico del Triángulo Norte de Centroamérica—Guatemala, Honduras y El Salvador—como principal germen de la masiva migración irregular a suelo estadounidense vía México.
El objetivo del plan es combatir la corrupción, atacar los graves fenómenos de inseguridad y violencia y promover el progreso social y económico, para abrir fuentes de empleo y contener los incesantes flujos de migrantes sin visa que buscan entrar a EU para reunirse con sus parientes y engrosar las poblaciones que viven en la ilegalidad en ese país.
El monto de cuatro mil millones de dólares es "el compromiso con la región", reafirmó Chung.
"Aún se está trabajando en ello. Hay muchas fases de planificación y programación del presupuesto que se están analizando a nivel interinstitucional. Pero el compromiso que el presidente (Biden) ha hecho es muy claro desde el comienzo", insistió.
La meta, puntualizó, es abordar "las causas fundamentales (de la migración), y cerciorándose de que trabajemos en colaboración no solo con los gobiernos de la región sino con el sector privado, la sociedad civil y otras partes interesadas también".