Señaló que cualquier funcionario, si comete un delito tiene que ser castigado, sea quien sea.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en su gobierno no hay relaciones de complicidad con nadie, no hay privilegios, ni hay impunidad para nadie, incluidos, señaló, para los miembros de su familia.
En conferencia de prensa matutina, el titular del Ejecutivo federal señaló que cualquier funcionario, si comete un delito tiene que ser castigado, sea quien sea.
"Nosotros no tenemos relaciones de complicidad con nadie, no hay privilegios, no hay impunidad para nadie, ni para mis familiares, ni para mis hijos, para nadie. El que comete un delito tiene que ser castigado, sea quien sea", dijo.En el salón Tesorería de Palacio Nacional, el mandatario federal leyó el memorándum que envió a los servidores federales en junio de 2019, en donde señala que ni a sus hijos ni a cualquier familiar tiene autorización para realizar algún trámite por su cercanía con él.
"Me dirijo a ustedes con la instrucción clara y precisa de no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen".Y agregó: "Todos estamos obligados a honrar nuestra palabra y cumplir el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar la confianza de los mexicanos. En consecuencia, les reitero: no acepto, bajo ninguna circunstancia, que miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus ‘recomendados’. Esto incluye a mi esposa, hijos, hermanos, hermana, primos, tíos, cuñados, nueras, concuños y demás miembros de mi familia cercana o distante"."Ustedes no tienen la obligación de escuchar propuestas indecorosas de nadie y, en el caso de mis familiares, ni siquiera de recibirlos en sus oficinas o contestarles el teléfono. Nada de nada. Sólo me resta decirles que, de no cumplirse esta recomendación, se podría caer en actos de deshonestidad y en la esfera del derecho penal", recordó.