Los expendedores siguen comprando cada vez más caro este combustible y por consecuencia tienden a aumentarla.
Con precios que van desde los 21 a los 22.50 pesos por litro en gasolinas y diesel y que en cualquier momento podrían incrementarse, expendedores locales señalaron que la reducción de distribuidores podría generar esa situación en la cual los únicos afectados serían los consumidores ya que el costo por litro podría subir hasta los 24 o 25 pesos.
Como empresario del ramo, Marco Ramón detalló que el problema en el costo de las gasolinas está radicando en la cancelación de permisos para distribuidores por parte de las autoridades federales y día con día son menos los que pueden vender la gasolina en el país.
Como consecuencia, indicó que se tienen precios altos porque los expendedores locales la compran a precios elevados y evidentemente también la venden con costos por encima de los 21 pesos como ocurre actualmente.
Señaló que esa situación, mantiene incertidumbre entre los expendedores locales que al final y en base al precio que se les venda a ellos, tendrán que incrementar el precio por litro de gasolina y serán los consumidores los que paguen los costos.
Sostuvo que aún esperan que no se llegue a ese extremo, pero aclaro que como está actualmente el tema de distribuidores, el costo de las gasolinas podría dispararse hasta en 3 pesos más por lo que los costos oscilarían entre los 24 y 25 pesos.