Giovanny Guadalupe, nos cuenta como asume ambos roles en casa y en grupo
“Cuando eliges bien tu profesión, no hay excusas, a veces es complicado, pero no imposible”, fueron las palabras de Giovanny Guadalupe Daniel Borrego de 29 años, maestra de profesión y orgullosamente madre por elección.
Luego de egresar su carrera en el 2018, realizó su servicio social en la escuela Vicente Guerrero en la ciudad de Frontera.
“La primera conexión que yo hago, es que a veces se confunde el rol de la maestra con la mamá, incluso los mismos alumnos se confunden y te dicen mamá, porque eres como la segunda figura”.
Debido al tiempo en el que conviven con los niños en la escuela se convierte en un segundo hogar, vinculando ese tiempo en el que se convive, siendo una figura ejemplar o familiar para los niños a los que educa día con día.
Desde la llegada de la pandemia trajo consigo todo un cambio de emociones tanto para alumnos, su familia y para ella.
“Muchas cosas que se llevan a cabo en la escuela, también las aplicamos en casa, es decir, los roles, la disciplina, tareas, debido a que todo va ligado”.Mencionó que desde la llegada de la pandemia trajo consigo todo un cambio de emociones tanto para alumnos, su familia y para ella, ya que no contaba con las magnitudes de la situación que se vive actualmente.
“Creo que la pandemia vino a dar un impacto a todos, para algunos positivos y para otros negativo, porque no contábamos con que muchas cosas iban a cambiar, desnivelando nuestra vida cotidiana, teniendo que poner en práctica nuevas áreas de oportunidad.”Recordó, que durante la llegada de la crisis sanitaria, se encontraba en el ejido Santa Teresa de Lucia de Cuatro Cienegas, Coahuila, donde se percataba que no todos los niños cuentan con los recursos para solventar los gastos que involucra el prepararse académicamente.
“Fue triste y desesperante, debido a que los alumnos no se podían conectar, para empezar, no había señal, sólo tienen una estación satelital donde una tarjeta de datos de 20 minutos te cuesta 50 pesos.”Meses después, regresó Monclova, de igual forma a una escuela que cuenta con escasos recursos, donde los docentes tenían que ser flexibles y apáticos ante la situación que se vivía, ya que solventaban gastos como el material de los alumnos, debido a la crisis económica que comenzó a presentarse en la ciudad.
Destacó que es un trabajo demandante, no sólo en esta época, ya que el ser docente y madre de familia hace que estés a cargo de dos grupos a la vez, la familia que te toca educar y tu propio núcleo, en los que muchas veces te separas un poco, por dar lo mejor de ti cada día.
Por lo que invita a todas aquellas mujeres que incluso siendo mamás quieren aventurarse a seguir preparándose profesionalmente, lo hagan.
"Yo viví con las frases –no vas a poder- pero cuando te apasionas por algo, y tienes una pareja que te apoya en todo, no es difícil. Es por ello también que yo brindo apoyo al que lo necesite, para que luchen por sus sueños.” Concluyo la maestra Gio Daniel.