Al pirómano no le importó que sus hijos estuvieran presentes.
La ira de un padre de familia al discutir con su pareja sentimental, provocó qué le prendiera fuego a todos los muebles del hogar, sin importarle que estuvieran sus hijos presentes, quienes lograron salir antes de terminar quemados.
El siniestro se registró minutos después de las 7:00 de la tarde, en el domicilio marcado con el número 913 ubicado sobre la calle Guadalupana, donde el pirómano de nombre Juan N sostuvo una fuerte discusión con su familia y en represalia tomó unos cerillos que empezó a lanzar sobre todos los muebles de la casa.
Rápidamente las llamas se hicieron presentes y el humo empezó a sofocar a una adolescente y la mujer, quienes salieron de forma rápido para resguardarse, solicitando la ayuda de sus vecinos mismos que sumandos en conjunto con mangueras y cubetas de agua que lanzaban al interior lograron extinguir la lumbre.
El presunto responsable se retiró rápidamente sin importarle que algún familiar resultara lesionado, en cuestión de minutos arribaron elementos del heroico cuerpo de Bomberos y apoyaron en las labores de enfriamiento logrando extinguir el siniestro por completo que dejó consumidos los sillones, las camas, un centro de entretenimiento y toda la ropa de uso personal.
Policías preventivos tomaron conocimiento del reporte ciudadano y buscaron por los alrededores al pirómano, pero no se logró ubicar.
Al final sólo quedó un fuerte olor a quemado en el ambiente, pero no hubo pérdidas humanas qué lamentar.