Un taxista reportó al sujeto que estaba bajo las sustancias tóxicas.
Un individuo que se encontraba bajo los efectos de sustancias tóxicas, realizaba sus mejores faenas como en las mejores plazas de toros, esquivando los automóviles que pasaban a gran velocidad a pocos metros de él.
Mario N se encontraba parado la tarde de ayer sobre la calle 16 en la colonia Hipódromo con un bote de plástico en sus manos que contenía resistol amarillo industrial, con el que realizaba grandes suspiros como si fuera una mascarilla de oxígeno.
No tardó mucho en hacer sus desmanes, pues un taxista que pasaba por el lugar que poco faltó para que lo atropellara, se detuvo y realizó su buena obra samaritana del día, al asegurar al drogadicto y llevarlo a bordo del vehículo de alquiler hasta las instalaciones municipales donde lo entregó al oficial encargado de la barandilla de detenidos, quien al ser enterado de los pormenores, aseguró al tóxico y lo llevó al interior de una celda donde permaneció el resto de la tarde debido a una falta administrativa, además de evitar que fuera atropellado por un automóvil.