Encuadres... Escuelas cerradas

Escuelas cerradas
En distintas entidades mexicanas, con base al comportamiento de la pandemia por Covid-19, se han liberado distintas actividades o se ha permitido un mayor aforo.

En estados como Coahuila, está por decidirse con base a las reuniones de cada Subcomité Regional, los permisos y restricciones que habrá para festejos como el próximo Día de las Madres, pues, aunque en algunas zonas los cementerios permanecerán cerrados justo el 10 de mayo, sectores como el restaurantero y otros comercios aguardan por conocer el aforo con el que les será permitido operar.

Además, en regiones como la Centro o La Laguna, ya se ha permitido la apertura controlada de estadios deportivos e incluso se ha dado luz verde a espectáculos musicales.

Sin embargo, un espacio que permanece cerrado y con dudas sobre su fecha exacta de reapertura, son las escuelas, lo que ha generado un debate abierto entre población y autoridades.

Navegando en redes sociales, he topado con comentarios cuestionando la previa liberación de otros rubros y la negativa a lo académico, con manifestaciones que acusan el factor monetario generado por las actividades reabiertas contra lo que no hacen los planteles educativos.

“Si en las escuelas vendieran cerveza, ya las hubieran reabierto”, leí hace días en Facebook.

Entre charlas de padres, asimismo, he notado cierta desesperación de aquellos que se han visto afectados por el esquema virtual educativo; aunque también, por otro lado, he sido testigo en grupos de jóvenes de cuestionamientos como que “ya no se aguanta” a los niños en casa.

Lo cierto es que más allá de estas versiones polarizantes e incluso sin detallar el probable impacto en el rendimiento académico que a muchos preocupa, el tener a los menores con modalidad virtual en clases, ha significado también un desafío para aquellas familias donde padre y madre laboraban anteriormente y ahora uno de los dos, mayormente las mujeres, han tenido que desplazar su vida productiva económicamente para enfocarse al cuidado de sus hijos.

Como respaldo a esto, vale retomar un dato de la OCDE y Bloomberg, el cual señala que casi dos tercios de las pérdidas de empleo en el país durante el brote de Covid-19 recayeron en mujeres o que solo el 40 por ciento de las trabajadoras mexicanas  tienen trabajo hoy en día, una cifra muy por debajo del promedio visto en América Latina y el Caribe, según la OIT.

Por supuesto, no puede omitirse la salud y que ahora se ha abierto una posibilidad más del retorno a las aulas con la vacunación a personal docente.
Estos días, se prevé que autoridades de Coahuila anuncien pruebas piloto para retomar actividades presenciales, incluso con esquemas híbridos. Y a nivel nacional, el Gobierno de López Obrador ha prometido que estamos en el último jalón de este esquema.

En estas decisiones, se incluye también a los padres y madres de familia, y todos los sectores educativos con incidencia. Hago votos para que se logre un equilibrio entre salud y aperturas. Más allá del debate abierto, coincido con aquella máxima de que el bienestar integral es primero.
Macroeditor Web
@afchavezfelix

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