Durante el Lanzamiento Edición Especial Revista Cepal, expuso que la región crecerá en 2021 aproximadamente 4.1%.
El mundo vive una aguda crisis tanto en materia económica como política, como resultado de la pandemia por el Covid-19, por lo que es necesario que en Latinoamérica se trabaje en la redistribución de los recursos y en reducir la pobreza, la desigualdad, la informalidad y mejorar la productividad, dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
Durante el Lanzamiento Edición Especial Revista Cepal, expuso que la región crecerá en 2021 aproximadamente 4.1%, según las expectativas que se tienen para América Latina y el Caribe, pero no será suficiente para revertir la caída de 7.1% del año pasado, cuando el Covid impactó la región.
"El Covid desencadenó la más aguda crisis económica y política del capitalismo global, desde la gran depresión de 1930", explicó.
Sin embargo, dijo que eso no es coincidencia porque la región tenía brechas estructurales y "la pandemia desnudó estas brechas como la desigualdad, informalidad, productividad tan baja, las restricción externa, la fiscalidad, en fin".
Añadió que para revertir la desigualdad, lograr crecimiento y desarrollo, hay que también considerar la importancia de descarbonizar la economía.
La región requiere alcanzar una tasa de crecimiento de 4 % anual "pero tiene que haber precondiciones claras. Primero, una redistribución del ingreso del 1% más rico al 1% más pobre por cada año. Segundo, necesitamos avance tecnológico para descarbonizar a economía y, tercero, fortalecer las capacidades productivas de la región".
Para ello, insistió en que se necesita una política industria, un "cambio industrial progresivo que nos de capacidades para no depender tanto del externo".
Añadió que la región arrastra otros problemas como la deuda, problema que se profundizó porque "nuestra región, que se ha endeudado brutalmente en la pandemia, tiene que dedicar 59% de lo que recibe de sus exportaciones para el pago del servicio de la deuda".
Por ello, consideró que la reactivación económica necesita reformas estructurales productivas, fiscales e institucionales para avanzar hacia un estilo de desarrollo inclusivo y sostenible.
Sobre todo porque Latinoamérica y el Caribe es la región más afectada del mundo en desarrollo por la pandemia, sobre todo en mortandad, porque al concentrar el 8.4% de la población tuvo el 30% de la mortandad mundial.
"No es casual que América Latina y el Caribe tenga esta tremenda afectación por la pandemia. En realidad, la verdad es que, América Latina presenta condiciones preexistentes de gran calado, brechas estructurales del estilo de desarrollo anterior a la pandemia que no han sido abordadas y eso es lo que nosotros argumentamos", expuso.
Agregó que los factores estructurales que han sido insostenibles son la desigualdad, la debilidad de las economías, persistencia de asimetrías productivas, tecnológicas y las asimetrías internas con respecto con los países avanzados, a lo que se le agrega la nueva dimensión ambiental.