QUITO, 26 abril.
El sector taurino de Ecuador se vistió este lunes de luto tras el fallecimiento de la prestigiosa periodista Carmen Toledo, de 73 años de edad y considerada como una de las voces más importantes de la fiesta brava del país.
Personas allegadas a ella confirmaron a Efe que Toledo falleció esta madrugada, en su domicilio en Quito por complicaciones de antiguas dolencias que padecía en los últimos años.
La cronista taurina fue un símbolo de la lucha pro-taurina en Ecuador y también cultivó las letras relacionadas con la fiesta de los toros en su país y en el mundo.
Toledo, según su biografía, nació en Quito en 1949, en el seno de una familia taurina que le permitió desarrollar su profundo amor por la tauromaquia, así como dar rumbo a su faceta de escritora, lo que le permitió formar parte de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Además, colaboró con varios medios de información de España y de Ecuador como El Clarín, Cultotoro, dirigió el programa radial Torerias en Quito y se destacó como aficionada de "hueso colorado".
Vivió convencida que la tauromaquia formaba parte de la identidad mestiza americana y fue elogiada por sus comentarios especializados sobre la fiesta brava en publicaciones de su país y de otras naciones taurinas del mundo.
Carmen Toledo se convirtió en un símbolo taurino de Ecuador y no ocultó su apego por el arte del maestro madrileño Julián López “El Juli”, a quien incluso entregó personalmente una placa de reconocimiento en el ruedo de la Monumental Plaza de Toros Quito.
Asimismo, recibió varios reconocimientos del círculo de periodistas taurinos de Ecuador y es autora del libro “Un bastión de la torería en Quito”, sobre la plaza Belmonte, escrito en colaboración con otro de los grandes periodistas taurinos ecuatorianos, Gonzalo Ruiz.
Con una memoria privilegiada, que le permitía recordar al detalle los colores de los trajes y pases de los toreros de antaño, Toledo pisó por última vez un ruedo taurino en diciembre del año pasado, durante la feria San Isidro Labrador, de la ciudad andina de Latacunga, donde clamó emocionada por la vuelta de la fiesta taurina tras un año de la pandemia de la covid-19.
“Ya es hora de que vuelvan los toros y la alegría”, expresó entonces la prestigiosa cronista ecuatoriana.