Los de la comarca tuvieron más oportunidades pero desaprovechadas
Querétaro.- Los Gallos Blancos se metieron a la pelea de reclasificación en el Guard1anes 2021. Un sólo tanto de Gonzalo Montes fue suficiente para el triunfo queretano, que ya los pone en el noveno lugar. Santos peleó hasta el último minuto, pero fue incapaz de marcar. Su cuarto puesto peligra, si hoy Puebla vence a Pachuca, perderá su boleto directo a cuartos de final, con todavía tres fechas por disputarse. 1-0 final.
Santos improvisó, otra vez. Tantas bajas por lesión obligaron al técnico Guillermo Almada a utilizar a varios prospectos de la cantera lagunera. A los ya conocidos casos de Carlos Acevedo, Jesús Ocejo y Santiago Muñoz, se unieron un par más. Edgar Games y Omar Campos alinearon como titulares. Pero la noticia relevante fue el regreso de Ayrton Preciado, después de casi 15 meses sin acción por un lesión, fue el referente en el ataque de la visita.
Los Gallos Blancos cantaron de inmediato, se aprovecharon de las debilidades de su rival. Sabían que era un partido de matar o morir, así lo entendieron y sorprendieron.
En la primera oportunidad, no perdonaron. Luis Valencia llegó por su acostumbrado costado derecho y centró al área. El balón llegó a Ángel Sepúlveda, pero el delantero estaba en posición incomoda para el remate, por ello, cedió a la llegada de Gonzalo Montes. El mediocampista se alzó y con un certero testarazo la envió a la red. Así se estrenó en el futbol mexicano.
Los de la Comarca no se acomodaron en tierras queretanas. La propuesta fue escasa y le costó ganar balones desde el mediocampo. La ausencia de un hombre como Fernando Gorriarán, les pesa y mucho.
Del otro lado, el Gallo fue de pelea. Si bien el guardameta Acevedo recibió un gol tempranero, fue un factor para que la desventaja de los suyos no fuera tan amplia. El joven sacó al menos tres oportunidades que ya eran cantadas como gol. Poco a poco, Santos fue mejor y demostró la superioridad que existe entre un cuadro y otro. Pero le faltó inteligencia en la zona de ataque, las ideas no estuvieron frescas y no inquietaron ni un poco a Gil Alcalá.