El primer ministro francés y su homólogo, Abdelaziz Djera, debían presidir un Comité Intergubernamental de Alto Nivel
París,- La visita que tenía programada el próximo fin de semana el primer ministro de Francia, Jean Castex, a Argelia para fortalecer la relación con la que fue su colonia, sacudida por las protestas allí contra el poder, ha quedado aplazada sin fecha, oficialmente por la crisis de la covid.
El gabinete de Castex explicó este jueves que la situación epidémica no permite que las delegaciones de los dos países puedan reunirse "en condiciones satisfactorias" y por eso se ha decidido posponer este desplazamiento para cuando las condiciones sean más favorables.
El primer ministro francés y su homólogo, Abdelaziz Djera, debían presidir un Comité Intergubernamental de Alto Nivel entre los dos países que no se había celebrado desde 2017 a causa del movimiento de protesta social Hirak, que condujo a la caída del anterior presidente, Abdelaziz Buteflika, en 2019, pero también por la crisis del coronavirus.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el sucesor de Buteflika, Abdelmedjid Tebboune, habían querido avanzar en el acercamiento entre sus respectivos países con encuentros entre sus gobiernos.
Sin embargo, todo se había retrasado por la hospitalización de Tebboune en Alemania a finales de 2020 y luego a comienzos de 2021 por complicaciones relacionadas con el covid.
Una vez que se creía ese obstáculo salvado, se fijó para este fin de semana el viaje de Castex, en el que se había programado dar un repaso a diferentes aspectos de la relación entre los dos países, desde la economía hasta la seguridad pasando por la educación y la cultura.
De hecho, se sabía que se tenían que firmar varios acuerdos de cooperación, aunque no se había filtrado su contenido.
Un aspecto siempre peliagudo entre Francia y la que fue durante más de 130 años su colonia hasta la independencia de 1962 es la cuestión de la reconciliación de las memorias por todo ese periodo a uno y otro lado del Mediterráneo.
Macron ha dado una serie de pasos simbólicos para tratar de avanzar en ese camino, como el reconocimiento de que el dirigente independentista Ali Boumendjel había sido torturado y asesinado por el Ejército francés.
También al facilitar el acceso a una serie de archivos sobre la guerra de Argelia hasta ahora cerrados a la consulta, en línea con las recomendaciones que le hizo el historiador Benjamin Stora, al que había encargado que trabajara sobre esa cuestión.