La Semana Santa de este año logró dar un respiro para los prestadores de servicios turísticos, pues a diferencia de lo que se vivió en el 2020 cuando recién iniciaba la pandemia del Covid-19, en ésta ocasión hubo mayor apertura en sitios y atractivos en todo el estado gracias al color amarillo en el semáforo epidémico.
Rafael Armendáriz Blázquez presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles en el estado, explicó que aunque el mayor atractivo de la temporada - que es la Procesión del Silencio- se canceló por segundo año consecutivo, hubo afluencia de turismo regional en todo el estado, ya que los parajes permanecieron operando bajo las restricciones de las autoridades de Salud.
El líder hotelero informó que el índice de ocupación en el estado osciló entre un 41 y 45%, aunque en el caso particular de Xilitla se alcanzó hasta un 67%.
De acuerdo a esta asociación, en la zona Centro el porcentaje fue del 36%, en la Huasteca Potosina del 51%, el Altiplano estuvo al 44% y la zona Media sobre el orden del 37%.
Los pueblos mágicos estuvieron con una ocupación de Aquismón 39%, Xilitla del 67% y Real de Catorce del 49%.
Las condiciones operativas de los hoteles al estar en color amarillos, es la reservación de sólo el 70% de su capacidad. Los visitantes al estado potosino son provenientes principalmente de los estados vecinos así como del Estado de México.