La desaceleración económica de 2019 y la crisis por la pandemia del Covid-19 afectaron la generación de empleos formales en México, no sólo por la destrucción de millones de plazas, sino también por las que no se crearon para incorporar a más personas a las filas del mercado laboral.
En los últimos 12 meses se perdieron 676 mil empleos formales. Si a esa cifra se le suman los trabajos que se dejaron de abrir en los últimos dos años, conforme al ritmo de nuevas plazas del sexenio anterior, el déficit de puestos asciende a 2.4 millones hasta febrero de 2021, de acuerdo con cálculos del Centro de Estudios para el Empleo Formal.