La queja se ha trasladado a un tribunal federal ya que los abogados buscan el estatus de acción colectiva
CIUDAD DE MÉXICO,- La contingencia sanitaria por Covid-19 dio un fuerte impulso al comercio electrónico. Sin poder salir de casa, millones de personas en el mundo optaron por el internet para realizar sus compras. Una de las compañías que más se benefició de esta tendencia es Amazon pero, al parecer, a costa del bienestar de sus empleados que en los últimos meses han denunciado malos tratos.
Una nueva demanda afirma que en uno de los centros logísticos de Amazon en California, Estados Unidos, no se proporcionaron los descansos para comer requeridos para los empleados. Lovenia Scott, una exempleada del almacén de Vacaville aseguró que la empresa no programó los descansos de 30 minutos para que los trabajadores pudieran almorzar y que, incluso si podían hacerlo, estaban obligados a tener encendidos sus walkie-talkies para atender en caso de cualquier problema, lo que a menudo acortaba su tiempo de refrigerio.
El problema, de acuerdo con la demandante, es que debido a la manera en que se organizaron los descansos para comer, muchos trabajadores salían al mismo tiempo por lo que las filas que se formaban para que los empleados marcaran su tiempo de descanso eran largas y los obligaban a esperar más de la cuenta, acortando su tiempo de descanso.
La demanda de Scott también dice que en muchos casos había falta de personal lo que dejó a algunos empleados sin poder tomar descansos cortos de 10 minutos con tal de terminar su trabajo a tiempo. Además, los trabajadores no fueron compensados por usar sus teléfonos celulares personales para realizar tareas laborales, afirma la demanda. Scott, quien trabajó en el almacén de Vacaville desde octubre de 2016 hasta enero de 2019, también dice que Amazon no pagó a tiempo su salario final.
La queja se ha trasladado a un tribunal federal ya que los abogados buscan el estatus de acción colectiva. Hay que señalar que el caso fue presentado por primera vez en el Tribunal Superior del Condado de San Francisco en febrero y trasladado al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en California.
A principios de este mes, en un caso separado, Amazon y un contratista independiente con el que trabajaba en California fueron multados con 6.4 millones por robo de salario por parte de la Oficina de la Comisión Laboral de California. La investigación estatal en ese caso encontró que Green Messengers, el subcontratista de Amazon, pagaba mal a los conductores y les programaba jornadas de 10 horas pero con una carga de trabajo que obligaba a los conductores a saltarse las pausas para comer y descansar.
Más allá de los casos anteriores Amazon ha estado discutiendo con los senadores estadounidenses en los últimos días debido a las condiciones en que han tenido que laborar sus empleados. Por ejemplo, hay informes que aseguran que algunos de sus conductores de reparto han tenido tanto trabajo que tuvieron que orinar en botellas porque no había tiempo para ir al baño.
Sindicato
Amazon, que es el segundo empleador más grande de los Estados Unidos, solo después de Wal-Mart, no solo se está enfrentando a las crecientes acusaciones de sus trabajadores sino a la posible formación el primer sindicato de la empresa en su país de origen.
Cerca de 6 mil empleados de almacenes de Amazon en Bessemer, Alabama, decidirán el día de hoy si desean conformar un sindicato, lo que podría desatar una reacción en cadena a lo largo de sus operaciones en Estados Unidos que lleve a empleados de otras compañías a impulsar la misma estrategia y exigir mejores condiciones de trabajo.
Los empleados de Amazon esperan con su sindicato, además de mejores salarios, lograr más recesos y un mejor trato. Muchos se quejan sobre sus jornadas de 10 horas con solo dos descansos de 30 minutos, además los trabajadores están de pie durante la mayor parte de ese tiempo.
Sin embargo, Amazon, tiene antecedentes de suprimir los intentos de sindicar en sus almacenes y su cadena de supermercados Whole Foods. De hecho, de acuerdo con los empleados, la compañía colocó carteles contra el sindicato en todo el almacén en Bessemer y programó reuniones obligatorias para explicar porque crear un sindicato sería una mala idea.