De toda su familia, solamente dos de sus hermanos los cuales ya fallecieron y él, siguieron los pasos de su padre
FRONTERA, COAH. – José Isidro Fuentes Quintanilla, se ha dedicado al oficio de zapatero por más de 45 años, profesión que heredó de su padre, quien por necesidad comenzó a arreglar los zapatos de la comunidad, enseñando el oficio a José desde los 7 años.
De toda su familia, solamente dos de sus hermanos los cuales ya fallecieron y él, siguieron los pasos de su padre, quien inició con el taller, lamentablemente su padre murió al poco tiempo de comenzar a aprender, quedando su madre al frente de un taller laborado por sus hijos.
Con este oficio José dio estudio a su única hija que actualmente es maestra, así mismo pagaba casa, comida y necesidades del hogar.
“De pequeña yo cuidaba a mi hija en el taller, pues mi esposa trabajaba por las mañanas, la cuidé hasta los cinco años porque después ella entró al kínder y de ahí se dedicó a estudiar”, dijo el zapatero.
NUNCA FALTA EL TRABAJO
José, dijo que por más de 45 años han tenido que cambiar de local, aunque cuando inició con su trabajo en el taller que su padre dejó a cargo de su madre al fallecer.
Recuerda que ese primer taller se ubicaba en la calle Juárez de Frontera, “Muchas de las cosas que estaban no existen ya, estaba el taller enfrente de la frutería del Bosque ya no está,” revelando donde inició con su aprendizaje de zapatero.
Uno de sus locales fue frente a la plaza principal, donde laboró ahí durante once años, José dice que en el año 2000 fue cuando se quedó el solo en el taller, aunque al inicio sus hermanos trabajaban ahí uno de ellos se mudó a Saltillo donde puso su propio local y el otro radicó en Monclova.
El taller de su hermano el cual falleció hace un mes, aún sigue en pie pues uno de sus hijos sigue manteniendo esta herencia familiar, que está vigente luego de dos generaciones.
Aunque pasen los años y generaciones el trabajo no falta, pues la temporada decembrina es para él la más fuerte, ya que mucha gente arregla sus zapatos por su comodidad.
Pero la pandemia llegó a bajar los clientes hasta en un 70%, aseguró José, sin importar que solamente cerró un mes su taller y que para él los horarios no fueron recortados.
Afortunadamente, la afluencia de clientes ha incrementado en el primer trimestre del 2021, lo cual ha mejorado la economía para él y su familia.
EL TALLER ES MI TRABAJO, LA MÚSICA ES MI PASIÓN
A la par que José aprendía el oficio de zapatero, nació su gusto por la música comenzando a tocar la batería, a la fecha son más de 42 años lo que ha dedicado a la música, trabajando en ambos rubros al mismo tiempo.
“Toqué en la orquesta de Héctor Pardo, éramos prácticamente la mejor orquesta de aquí” dijo José, quien asegura su gusto y amor por la música nació del corazón.
Lamentablemente en el año de 2006 salió de la orquesta por diferencias, así que pensó en retirarse de la música, pues con ellos inició a tocar desde los 14 años.
Así que un amigo le propuso iniciar su propia banda, quien asegura no le fue como esperaba, aun y cuando tenían contratos, se escuchaban en la radio, no era lo que había soñado en un principio, por lo que decidió terminar con esta banda.
Actualmente continúa trabajando de músico tocando la batería con algunos compañeros de la orquesta, pero ante la pandemia han tenido que parar sus presentaciones y sus contratos fueron cancelados, por los que desde hace un año no ha tocado en algún evento.
Así es como José inició su trabajo y su pasión al mismo tiempo, disfrutando de la vida por cumplir y esforzarse en su trabajo para llevar una vida dichosa y seguir disfrutando de su pasión que es la música.