Decepcionante actuación de la Selección Mexicana que cayó 0-1 ante Gales, una selección de segundo o tercer nivel europeo.
El cuadro de Gerardo Martino fue flojo, distraído, con poca atención en defensa y mediana acción ofensiva, lo que ayudó a que un equipo rústico como el de Gales ganara muy a su estilo, sin ser muy superior, sólo prácticos.
Además, el cuadro británico arrancó con un cuadro conformado totalmente por suplentes, lo que marca más la caída del Tricolor.
Desde el 10 de septiembre de 2019, México no perdía un juego, 0-4 ante Argentina, pero en ese juego el Tricolor metió las manos ante una selección de gran nivel. Aquí ni lo uno ni contra el otro.
Decepcionante primer tiempo de México en todos los sentidos. En defensa fue exhibido, muy temprano cuando los europeos llegaron tocando al área chica para que Kieffer Moore abriera el marcador apenas a los 10 minutos de juego. Gales en base a su físico y práctica hizo sufrir al equipo de Gerardo Martino que en todas las líneas lució flojo. Con Carlos Salcedo regalando espacios en defensa, Héctor Herrera sin conectar en medio campo y con Hirving Lozano sin sentir su puesto de centro delantero. Haciendo poco, Gales dominó.
Los centrales mexicanos, más Edson Álvarez, se enfrascaron en pelearse con el delantero Moore en vez de buscar salidas limpias y juntarse con la parte ofensiva. Ya en el último tercio de la primera parte, México se soltó, primero jugando en largo para Lozano y después comenzando a tocar la pelota con Jesús Corona y Orbelín Pineda como ejes pensantes, pero sin marcar gran diferencia. El equipo de Gerardo Martino comenzó a generar ya en el segundo tiempo, otra vez de los pies de Orbelín salieron dos pases claros para el Chucky y en ambos el delantero del Napoli estrelló la pelota al portero Hennessey.
Los cambios en cascada que se hacen en estos juegos beneficiaron más a los de Gales, México con la entrada de Rodolfo Pizarro perdió la poca conexión que había con la delantera. El partido se perdía entre la mediocridad mexicana y el cancherismo británico. Entró Gareth Bale los últimos diez minutos de juego, para que soltara las piernas, empujar a Hirving Lozano que ya quería echar bronca y burlarse del equipo mexicano al hacer rehiletes sin motivo.
Fue la segunda derrota de Gerardo Martino ante los suplentes de Gales. Enormes pasos para atrás resultó está visita a Cardiff, que quizá evidenció a algunos jugadores que no estaban en momento para ser llamados y también a una táctica, jugar sin nueve lateral, lo que fue debido a tantas lesiones, que no fue la ideal. Decepcionante.