Expertos reunidos en un congreso internacional resaltaron este miércoles que la bioeconomía circular en Latinoamérica y el Caribe tiene el potencial de coadyuvar a transformar los sistemas alimentarios, garantizar la seguridad alimentaria y proteger y preservar los recursos naturales en un escenario global de cambio climático.
“Una economía basada en el uso de una bioeconomía circular debe analizar las cadenas de producción, rediseñar sus procesos productivos, adoptar sistemas agroecológicos de manera inteligente y mantener la funcionalidad de la biomasa”, dijo el científico de la Universidad de Wageningen, Walter Elbersen, durante el Primer Congreso Internacional de Bioeconomía Circular, Retos y Oportunidades 2021.
El evento virtual que concluirá el jueves, es organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) de México, la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH), la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y la red a Red de Gestión de la Innovación en el Sector Agroalimentario (INNOVAGRO).
Los especialistas discutieron sobre un marco conceptual y de aplicación práctica en torno a la bioeconomía circular en América y Europa para mejorar la producción.
“Se requiere promover los principales elementos conceptuales y de aplicación práctica en torno a la bioeconomía circular y coadyuvar con ello al diseño de una estrategia nacional que atienda los principales retos y oportunidades nacionales para la seguridad alimentaria, la reactivación socioeconómica y la adaptación al cambio climático”, explicó el representante del IICA, Diego Montenegro.
El gerente del programa de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA, Hugo Chavarría, nstituto, destacó la necesidad de mejorar los sistemas de producción alimentarios, pues son motor para impulsar la transformación y promover mayor competitividad, sostenibilidad e inclusión.
“El IICA puede apoyar la construcción de estrategias y hojas de ruta de aprovechamiento de las ventajas de la bioeconomía, que atiendan los principales retos y oportunidades para la seguridad alimentaria, la reactivación socioeconómica, la adaptación al cambio climático y mejorar el bienestar y la calidad de vida de sus pueblos”, expresó.
Los expertos también destacaron la importancia de los cambios en la normativa de los países para avanzar en la aplicación de la bioeconomía circular en los procesos de producción y financiamiento relacionados.
El IICA subrayó que varios países latinoamericanos como Costa Rica, Uruguay, Argentina y Colombia han iniciado el proceso de diseño de sus estrategias nacionales de bioeconomía.