Con la renovación de pavimento en basamento y calles perimetrales; áreas de rodamiento y enceres y modernización del alumbrado, entre otros, se llevará a cabo la remodelación del Zócalo de la ciudad de Puebla. Con recursos federales, también se efectuará la restauración de los dragones imperiales y monjes, pintura de postes, así como iluminación en monumentos, fuentes y fachadas.
El Ayuntamiento de Puebla, de manera conjunta con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), impulsará la recuperación del patrimonio histórico y cultural característico del municipio. Con una inversión de 60 millones de pesos se dará mantenimiento y reubicación de algunas bancas en la plancha del zócalo; restauración de la mítica fuente de San Miguel, monumentos, maceteros y maqueta de la ciudad; así como incorporación vegetal, sin tala de ningún árbol existente.
Con la generación de más de dos mil empleos directos e indirectos, las obras se efectuarán sin afectar monumentos históricos ni la actividad económica del virreinal centro de la capital poblana. Por ejemplo, para el flujo vehicular y peatonal en la zona, la administración municipal ha desarrollado estrategias para que las obras a realizar sean lo menos invasivas posible.
Por ello, una vez que inicien las intervenciones en el rodamiento vehicular, se harán cierres paulatinos y escalonados respondiendo a las tres fases de la obra, en cada una el tránsito vehicular será desviado en el punto afectado, garantizando condiciones de accesibilidad adecuada y segura. Como parte del proyecto, autoridades federales y municipales con los diferentes sectores del Centro Histórico, los 22 consejos de participación ciudadana, el Cuerpo Edilicio, representantes de las zonas de Los Sapos, los Portales, hoteleros y restauranteros, cámaras empresariales, así como representantes de camiones turísticos para que puedan involucrarse de forma activa en la evolución de las obras. La empresa que ganó la licitación, Galbher S.A. de C.V., se comprometió a cumplir con la normativa establecida en la zona de monumentos por el INAH y la Gerencia del Centro Histórico, con miras a concluir la segunda semana de septiembre.