Al menos 14 manifestantes murieron este domingo en la ciudad de Rangún y la junta militar que controla el país desde el golpe del 1 de febrero declaró ley marcial en el municipio de Hlaing Tharyar.
Las fuerzas de seguridad abrieron fuego en esta zona después de que fábricas y negocios chinos fueran atacados.
Médicos señalaron que los heridos tenían lesiones por balas de goma y municiones reales. "Tres personas murieron frente a mí mientras los estaba atendiendo. Estoy mandando a otros dos al hospital", dijo un médico a la agencia AFP.
Los diputados destituidos en el golpe instaron a la población a "defenderse" en lo que llamaron el "momento más oscuro" de la nación.
La crisis no cesa en Birmania desde que el ejército derrocó a la líder civil Aung San Suu Kyi, provocando un levantamiento masivo en el que diariamente centenares de miles de personas protestan pidiendo el retorno a la democracia.
La junta justificó su toma del poder argumentando un enorme fraude electoral en las elecciones de noviembre, ganadas por abrumadora mayoría por el partido Liga Nacional para la Democracia, de Suu Kyi.