Brasil, actual epicentro global de la pandemia de la covid, registró en las últimas 24 horas 1.986 nuevas muertes por la enfermedad, con lo que el promedio de óbitos en la última semana se ubicó por encima de las 1.800 diarias por primera vez desde el inicio de la crisis sanitaria.
De acuerdo con el boletín divulgado por el Ministerio de Salud, Brasil acumula hasta este sábado 277.091 muertes desde el inicio de la pandemia y, tras registrar entre miércoles y sábado de esta semana sus cuatro días más letales, alcanzó un promedio de muertes por la enfermedad en la última semana de 1.824 diarias, cifra nunca antes vista.
El número de muertos de este sábado es el cuarto mayor desde el inicio de la pandemia, tras los 2.286 registrados el miércoles, los 2.233 del jueves y los 2.216 del viernes.
El promedio de muertes en la última semana fue es en un 75,6 % superior a la media de hace un mes (1.074 víctimas diarias el 13 de febrero), lo que confirma que la pandemia se sigue agravando en Brasil mientras que tiende a estabilizarse en gran parte del mundo.
De acuerdo con los datos del Ministerio, Brasil contabilizó este sábado 75.555 nuevos contagios de covid, el cuarto mayor número de casos diarios desde el inicio de la pandemia y por debajo de los 85.663 registrados el viernes.
Brasil acumula ahora 11.438.935 casos desde el inicio de la pandemia, con lo que desplazó a India del segundo lugar en la lista de países con más casos de la enfermedad.
El país asiático era desde septiembre del año pasado el segundo más afectado por la pandemia después de Estados Unidos, pero sólo contabilizó 24.882 nuevos casos este sábado, con lo que su acumulado hasta hoy (11.333.728) quedó por debajo del brasileño.
Brasil ya era el segundo país en número de muertes por covid, tan sólo superado por Estados Unidos.
El promedio de casos de coronavirus en Brasil en la última semana también llegó a un nivel récord este sábado, 71.443 diarios, con un salto del 60,3 % frente a la media semanal medida hace un mes (44.566 contagios diarios el 13 de febrero).
Los elevados promedios en los últimos días confirman que Brasil sufre actualmente una segunda ola de la pandemia, más virulenta y letal que la primera, en parte provocada por la circulación de nuevas cepas del virus, entre las cuales está la variante brasileña que tuvo origen en la Amazonía y que, según investigadores, es tres veces más contagiosa que la original.
BRASIL ACAPARA EL 10,4 % DE LAS MUERTES POR COVID EN EL MUNDO
Brasil, con sus 210 millones de habitantes, cuenta con poco menos del 3 % de la población mundial, pero acumula el 10,4 % de los muertos por coronavirus en todo el mundo y el 9,5 % del total de contagiados.
El aumento de los contagios y de las hospitalizaciones tiene a gran parte del país al borde de un colapso sanitario, ya que en 24 de los 27 estados del país la tasa de uso de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) supera el 80 % y en más de la mitad está por encima del 90 %.
Esa grave situación obligó a gran parte de los Gobiernos regionales y municipales a volver a imponer medidas de restricción de la movilidad, como toques de queda, confinamientos parciales y cierres de comercio, con el fin de reducir la propagación del virus y evitar el inminente colapso hospitalario.
El agravamiento de la situación hasta el punto de convertir a Brasil en el nuevo epicentro global de la pandemia llevó a la Organización Mundial de Salud (OMS) a pedirle medidas al Gobierno para evitar que su crisis tenga consecuencias mundiales, especialmente en los países vecinos.
Y mientras que la pandemia avanza a pasos largos, la vacunación sigue su lento proceso y hasta este sábado sólo unos 10 millones de brasileños, el 4,7 % de la población, había recibido la primera dosis del antídoto.
Ante ese atraso, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, principal líder de la oposición en Brasil y que recibió la vacuna este sábado, le pidió a los brasileños que se vacunen en masa para combatir no sólo la pandemia sino también la ignorancia de negacionistas como el actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro.
"Estoy feliz y espero que la vacuna dé el resultado que sueño y que el pueblo sueña. Todo lo que el pueblo quiere es recibir una vacuna que lo libre de ese monstruo llamado coronavirus y por eso el presidente de la República tiene que dejar de ser ignorante; aprender a respetar el sentimiento del pueblo y garantizarle vacuna a todo el mundo", afirmó Lula tras ser inmunizado.
"Tenemos que combatir a los negacionistas, combatir a los que no creen en la vacuna y sólo le dicen bobadas a la sociedad", agregó el dirigente del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en una clara alusión a Bolsonaro, líder de la negacionista ultraderecha brasileña y que ha puesto en duda no sólo la gravedad de la pandemia sino la eficacia y la seguridad de las vacunas.