Cientos de manifestantes se concentraron este sábado en Louisville (Kentucky, EE.UU.) para exigir justicia por la muerte hace un año de la afroamericana Breonna Taylor, quien estaba en su casa cuando la Policía la mató por error.
La madre de la joven afroamericana, Tamika Palmer, lideró una marcha con el lema "Justicia para Breonna Taylor" y que reunió a cientos de personas en la plaza Jefferson, donde durante meses se ha alzado un memorial en honor a la fallecida con un colorido dibujo de su rostro, flores y mensajes en su honor.
En la plaza, había un escenario en el que hablaron activistas y amigos de Taylor para exigir cambios en la relación de la Policía con la comunidad negra, el fin del racismo y, sobre todo, para pedir justicia para la afroamericana, que tenía 26 años cuando perdió la vida.
Entre los oradores estaban los abogados Lonita Baker y Benjamin Crump, que representaron legalmente a la familia de Taylor.
Dirigiéndose a la madre de la fallecida, Tamika, visiblemente emocionado, Crump dijo: "Al reconocer a Breonna hoy, Tamika, les estamos dando aliento a ti y a toda tu familia, que son quienes conocían mejor a Breonna y tú la conocías desde el primer día, desde que nació".
"Esto es por ti", siguió Crump, conocido por haber representado a las familias de varios afroamericanos muertos por disparos de la Policía.
LA ESCENA DEL CRIMEN PARECÍA UNA "ZONA DE GUERRA"
Por su parte, Baker describió la experiencia de entrar en el apartamento de Taylor por primera vez desde el incidente con la Policía.
"Entré en lo que era la escena del crimen, pero un crimen que no había sido cometido por la persona que estaba detenida, que no había sido cometido por la persona asesinada. Fue cometido por los individuos que se supone que deben protegernos. Aquello se parecía a una zona de guerra", narró Baker con cierta rabia.
Taylor murió a tiros el 13 de marzo del año pasado cuando tres policías blancos irrumpieron en su apartamento para llevar a cabo una orden de registro presuntamente en busca de estupefacientes, que no encontraron.
Los policías irrumpieron en su casa vestidos de paisano, por lo que el novio de la mujer, Kenneth Walker, los confundió con criminales y disparó contra ellos.
Los agentes, sin embargo, aseguran que antes de entrar se identificaron como parte del Departamento de Policía de la ciudad, algo que Walker asegura que no escuchó.
Los agentes dispararon hasta en 32 ocasiones y, como resultado,Taylor perdió la vida, mientras que Walker fue arrestado e imputado con los cargos de asalto e intento de matar a policías, pero esta misma semana la fiscalía retiró los cargos.
Ninguno de los tres agentes que irrumpieron en la casa han sido imputados por la muerte de Taylor, aunque dos de ellos fueron despedidos el diciembre pasado.
Líderes de la comunidad negra en Kentucky han acusado a la Policía y al fiscal general del estado, el republicano Daniel Cameron, de haber tratado de encubrir lo ocurrido.
"PROGRESOS SIGNIFICATIVOS" EN LA INVESTIGACIÓN
Entretanto, la oficina del FBI en Louisville aseguró este sábado en un comunicado que ha hecho "progresos significativos" en la investigación, pero no dio detalles.
El comunicado, firmado por el agente especial Robert Brown, afirma que el FBI se mantiene "firme en su compromiso de llevar esta investigación a su conclusión apropiada".
Como fruto de una demanda civil, en septiembre, la ciudad de Louisville accedió a pagar a la familia de Taylor una indemnización de 12 millones de dólares y se comprometió a reformar su departamento de policía.
ESTRELLAS DEL CINE Y EL DEPORTE LLORAN A TAYLOR
Además, estrellas afroamericanas del deporte como LeBron James y del cine como Samuel L. Jackson rindieron homenaje a Taylor en el aniversario de su muerte.
James escribió en Twitter el lema "digan su nombre" ("say her name", en inglés), que sirve para visibilizar a las mujeres negras muertas por la policía, y añadió: "sigue descansando en el paraíso reina Breonna."
Por su parte, en Twitter, Jackson pidió a los estadounidenses que presionen al Senado para que evalúe una reforma policial que ya ha sido aprobada por la Cámara de Representantes de EE.UU. y que lleva el nombre del afroamericano George Floyd, quien murió el 25 de mayo en Mineápolis (Minesota).
La muerte a manos de la Policía de Breonna, Floyd y otros miembros de la comunidad negra provocó protestas contra el racismo en todo EE.UU.