La empresa que dirige Mark Zuckerberg alegó que las querellas carecen de base y que por tanto deben ser rechazadas
San Francisco.- La red social Facebook pidió este miércoles a la Justicia de Estados Unidos que rechace las demandas por presuntas prácticas monopolísticas en su contra presentadas por el Gobierno y una coalición de estados de ese país.
En sendos escritos entregados a la Corte de Washington que lleva el caso, la empresa que dirige Mark Zuckerberg alegó que las querellas carecen de base y que por tanto deben ser rechazadas, un extremo que, de ser aprobado por el juez, le evitaría entrar en unos procesos judiciales que se prevén muy largos y costosos.
"(La demanda del Gobierno) ignora completamente la realidad de la industria tecnológica dinámica y altamente competitiva en la que Facebook opera", apuntó la compañía.
En el centro de las acusaciones se halla la adquisición por parte de la compañía de sus hasta entonces rivales Instagram y WhatsApp en 2012 y 2014 respectivamente
En diciembre pasado, tanto el Ejecutivo que entonces dirigía Donald Trump, a través de la Comisión Federal del Comercio (FTC, en inglés), como una coalición formada por 46 estados tanto demócratas como republicanos, acusaron formalmente a Facebook de violar las leyes antimonopolio.
En el centro de las acusaciones se halla la adquisición por parte de la compañía de sus hasta entonces rivales Instagram y WhatsApp en 2012 y 2014 respectivamente, y las querellas piden que se obligue a Facebook a desprenderse de ellas, pese a que en su momento ambas operaciones recibieron el visto bueno de los reguladores.
En sus escritos de hoy, la firma de Menlo Park (California) recrimina precisamente a los demandantes que quieran obligar a deshacer dos adquisiciones que habían sido anteriormente aprobadas, algo de lo que, según Facebook, no existe precedente.
La red social también acusó a la FTC de estar usando las leyes antimonopolio como excusa para atacar a Facebook por otras cuestiones -mencionó un "tenso clima de críticas incesantes" a la compañía- y negó que las compras de Instagram y WhatsApp hayan perjudicado a los usuarios con un aumento de precios o una reducción de la calidad del servicio.
Los demandantes, por su parte, sostienen que con esas compras Facebook ha podido controlar la competencia, dictar los términos para los desarrolladores que usan esas plataformas y ganar miles de millones de dólares con la venta de publicidad.