REGRESAN LAS BUTACAS ANTES QUE LOS PUPITRES
A 372 días, es decir a más de un año del último partido de fútbol profesional en el Estado de Coahuila, más específicamente en la ciudad de Torreón, el domingo pasado se abrieron nuevamente las puertas del Territorio Santos Modelo (TSM) para recibir a los fieles aficionados de los Guerreros del Santos Laguna.
Fue desde el 1 de Marzo en la jornada 8 del Clausura 2020, cuando el último grito del único gol del partido para los locales retumbó en el estadio y fue contra los rojinegros del Atlas. Desde entonces: silencio. Pasaron meses para que el inmueble tuviera oportunidad de volver a ver actividad deportiva presencial, aunque sin aficionados y es por ello que la noticia del regreso del jugador número 12 a las tribunas generó división entre la opinión de la ciudadanía.
El partido elegido para realizar el ‘experimento’ social y evaluar el comportamiento de los asistentes fue en esta pasada fecha 10 del Guardianes 2021 contra los Rayos del Necaxa y resultó en una contundente victoria para los Guerreros por 3 - 1. Fueron 6,510 los aficionados que presenciaron la primera victoria de su equipo en el regreso a los partidos con público presente, cifra oficial según el mismo Club y las autoridades y que equivale aproximadamente a tan sólo el 20% del aforo, cuando lo permitido era el 40%.
Lo anterior podría darnos un aliento al pensar que los laguneros no abarrotaron el estadio y prefirieron apoyar desde casa como se ha hecho durante los últimos meses, sin embargo y siendo sinceros, la cifra que se presume no parece reflejar lo que en las imágenes de televisión veíamos. Si bien no era un aforo completo, como sucedió hace unas semanas en la Serie del Caribe, la afluencia se notaba basta, aunque eso sí, casi siempre usando el cubrebocas en todo momento.
Así pues, la disyuntiva de los ciudadanos sobre si es sano o no regresar a la gente a los estadios, no se hizo esperar y desde que se dio el anuncio de esta apertura las discusiones comenzaron: por un lado, el aficionado de hueso colorado que defiende la vuelta a la normalidad y por el otro, quienes hasta el momento no han bajado la guardia ante la pandemia que, debo decir, aún no termina y al parecer todavía falta algo de tiempo para que comience a dejar de preocupar.
Cada lector podrá inclinarse por una u otra de las opiniones que son totalmente válidas a más de un año de encierro y restricciones por todos lados; es natural que se quiera recuperar el tiempo perdido, aunque por otro lado también es válido seguirse cuidando para poder regresar sanos a la ‘normalidad’ cuando esta llegue, pero lo que es cierto es que la prioridad del regreso a las actividades habituales en la región parece que no fue la indicada.
Personalmente, pienso que existen áreas con actividades más importantes que deben comenzar a regularizarse para volver a ser presenciales, tal y como es la educación en las escuelas. Sin duda uno de los dolores de cabeza más grandes tanto para hijos como para padres es el cierre de las aulas y, aunque algunos colegios han comenzado con el modelo de educación híbrido, la realidad es que se dista mucho de la calidad de la enseñanza, sin contar con las malas costumbres que como estudiantes van adquiriendo nuestros pequeños.
Claro queda entonces que las prioridades del gobierno del Estado primero se centran en entretener al coahuilense, en vez de educarlo y es lo que me parece una lástima. Si bien el entrañable grito de gol que siempre estremece la piel hacía bastante falta, también lo hace el: ‘Es todo por hoy, niños. Nos vemos mañana’, pero parece que los timbres de las aulas marcando la salida aún se escuchan muy lejos.
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