Presunta negligencia y complicidad marcan el actuar de autoridades
El sueño de un futuro doctor fue truncado la tarde del sábado, cuando Yacel de 9 años de edad, murió horas después de haber ingresado al hospital Amparo Pape de Benavides, luego de que una camioneta lo embistió al ir a bordo de su bicicleta al regresar de la tienda en compañía de más amiguitos.
Familiares del pequeño que perdió la vida de manera trágica al ser golpeada su cabeza por los neumáticos de la camioneta que era conducida por Ulises N, se mostraron consternados y manifestaron que al niño le gustaba el futbol soccer e incluso su equipo favorito era el América, además de que le encantaba acompañar a su papá siempre. Inquieto, travieso y muy inteligente, a Yacel lo que más le gustaba comer era el pollo y las pizzas y su mejor compañía su hermana Kendra de 7 años de edad, quien con lágrimas en sus ojos se aferró al féretro cuando iba siendo bajado a su última morada Yacel en el camposanto.
“Él siempre fue un niño demasiado tranquilo, era raro cuando salía a jugar, incluso esa salida fatal donde fue embestido, eran de la pocas pues apenas empezaba a juntarse con sus amiguitos debido a la Pandemia”, argumentó la madre quien no podía aceptar la pérdida irreparable de su adorado hijito. A pesar de la discapacidad auditiva de su madre, ella no deja de insistir en que su hijo aterrado le decía “Mamá, no me quiero morir, me da miedo”, y al cabo de unas horas, Yacel había dejado de existir.
Su meta en la vida del menor fallecido era llegar a recibirse de médico, para así ayudar a toda aquella persona que estuviera enferma o padeciera algún malestar, pero nadie imaginó que la vida le tuviera preparado un destino trágico. Cursó hasta el quinto grado en la escuela primaria Silvestre Flores, ubicada en la colonia Miravalle cinco, donde dejó una butaca vacía, lugar donde se preparaba día con día para su mejor futuro.
La tarde de ayer en punto de las dos partió a bordo de una carroza Yacel y dentro de un féretro que lo llevó a su última morada en el panteón municipal Sagrado Corazón, donde fue despedido por sus familiares, quienes en todo momento estuvieron con él desde el trágico hecho hasta el último suspiro de vida.
Miles de ciudadanos siguen con molestia hacia las autoridades, debido a que el presunto responsable estuvo en las oficinas del departamento de Control de Accidentes y por circunstancias dudosas fue puesto en libertad junto con la camioneta que conducía.
Se espera que pronto se haga justicia para la familia a la cual ya intentaron sobornar las autoridades municipales para que se desistiera en primera instancia y no pusiera denuncia, ante el Ministerio Público pero hasta el día de hoy siguen firmes y claman justicia.