En México, de acuerdo con el Inegi, hay 64 millones 540 mil 634 mujeres, quienes a lo largo de la pandemia de Covid-19 se han visto afectadas en sus prácticas cotidianas.
Hace un año las ciudades del mundo se tiñeron de morado y verde con las pañoletas de quienes avanzaron por las calles en la marcha del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha para recordar la lucha de este sector por alcanzar el trato igualitario y la no discriminación. Tantas cosas han pasado desde entonces. Y la constante sigue siendo la violencia de género.
En México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, hay 64 millones 540 mil 634 mujeres, quienes a lo largo de la pandemia de Covid-19 se han visto afectadas en sus prácticas cotidianas, desde aquellas que han estado en la primera línea de batalla contra el coronavirus, hasta las que están en casa, mezclando el cuidado de los hijos y otros miembros de la familia, con su profesión u oficio, y con la educación escolar.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la emergencia sanitaria ha demostrado la importancia fundamental de las mujeres, pero también las cargas desproporcionadas que soportan.
En el documento "Covid-19 y violencia contra las mujeres y las niñas: abordar la pandemia en la sombra", desarrollado por ONU Mujeres, se indica que desde el inicio de la pandemia han aumentado las denuncias de violencia contra las mujeres en países donde se ha establecido medidas de "quedarse en casa" para frenar los contagios de Covid-19.
En el caso de México, citan, la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres reportó que, sólo en Nuevo León hubo un aumento de más de 30% en las denuncias de casos de violencia intrafamiliar y hubo hasta cinco denuncias diarias por violación.
Aunado a lo anterior, cerca del 60% de las mujeres en todo el mundo trabajan en la economía informal, ahorran menos, perciben un 23% menos salario que los hombres y ocupan el 24% de los escaños parlamentarios, sin olvidar que una de cada tres ha sufrido violencia física o sexual.
Ante esta realidad, falta camino por recorrer, pues según el informe "Mujeres y hombres en México 2019", del Inegi e Inmujeres, desde 2005 ha ido en incremento la participación de las mujeres dentro de la población económicamente activa, pasando de 39 mil a 49 mil. A nivel nacional, la tasa de participación económica presenta diferencias importantes entre hombres y mujeres. Sólo en Baja California Sur, Colima, Nayarit, Quintana Roo y Ciudad de México las mujeres superan el 50%; mientras que en Querétaro, Veracruz y Chiapas esta cifra era inferior al 40%.
En el marco del 8 de Marzo, a modo de homenaje recordamos algunas de las historias protagonizadas por mujeres, quienes han tenido un papel central en la pandemia del Covid-19 ya sea luchando en la primera línea de batalla contra el nuevo coronavirus que ha cobrado la vida de cerca de 200 mil personas en México, o sacando adelante a sus familias.
En el campo de batalla contra el Covid-19. Íñigo Arredondo, 12 de mayo de 2020
Fernanda García, médica de 27 años, residente de tercer año, regresa al cuarto médico luego de pasar horas en Terapia Intensiva. Usó cinta adhesiva para protegerse de la infección por SARS-CoV-2. En una entrevista con el EL UNIVERSAL, en mayo pasado, explicó que la evolución y los síntomas de los pacientes eran impredecibles: "Un día pueden estar bien y de repente les da una fiebre terrible o se mueren. La primera vez que nos pasó eso, fue un shock grande para todos. Ese paciente tenía 30 años, sólo tres más que yo".
Antes de la pandemia los residentes se dedicaban a tratar a pacientes con los que podían hablar y al día siguiente les dijeron: "Te toca estar aquí, te toca vestir de esta manera y vas como puedas. Es un virus que no conocemos, ahora no tenemos la certeza de nada".
Traslados en tiempos de Covid. Germán Espinosa, 14 de julio de 2020
Sumi Pasos es una teniente del Servicio de Sanidad Naval, quien, a través de una ambulancia aérea de la Marina, trabaja en la realización de traslados de personas que tienen alguna enfermedad, en este caso de Covid-19, pero que se encuentran en zonas que son poco accesibles. Por ejemplo, nos contó cómo hay personas que se encuentran en alguna comunidad de Guerrero y requieren atención especial urgente, por lo que a través de una ambulancia normal la persona es trasladada hacia un sitio donde la ambulancia aérea pueda recogerlo y después se le traslada hacia la Ciudad de México para recibir la atención médica. La teniente nos contó algunos detalles de su trabajo y siempre resaltó el orgullo que siente al poder contribuir en esta pandemia.
Estudiantes en línea y uniformes almacenados. Berenice Fregoso, 10 de agosto
En la calle Moneda del Centro Histórico está Diseños Alex, un establecimiento que vende uniformes. Llegamos y la chica que lo atiende nos contó que su papá abrió ese negocio en los años 80, es decir, desde que nació ha estado rodeada del negocio de los uniformes. Nos dijo que creció viendo todo el proceso de su fabricación, desde cómo cortaban las telas para las faldas o suéteres, cómo eran armados, hasta que salían a la venta, pero ahora con la pandemia y las clases en línea, las ventas cayeron muchísimo. Ella aseguró que no venden ni el 10% de lo que vendían el año pasado y con los ojos cristalinos nos dijo que sí tenía miedo de que su negocio desapareciera. También nos contó que desde finales del año pasado hicieron la inversión en telas, entonces la pandemia les agarró por sorpresa y por lo tanto, no tienen la solvencia para cambiar de giro. Fue triste ver cómo la pandemia forma una especie de red de precariedad.
Desinfección en La Merced, con una foto inesperada. Valente Rosas, 18 de agosto
Acompañé a una cuadrilla de desinfección en el Mercado de La Merced. De los pocos puestos que seguían abiertos a esa hora, los de fruta pedían que no los rociaran con los químicos. Al inicio no había mucho que contar, entonces decidí adelantarme y recorrer el mercado cuando de repente vi a esta mujer llevando el niño en un diablito. Se me hizo muy peculiar la imagen, ambos con cubrebocas y sus mandiles, y el niño cargando su lechita, como si fuera un premio por su jornada. Son de esas escenas de la vida cotidiana que no te esperas al tomar fotos.
Trabajadora, mamá y ahora maestra en casa. Diego Simón Sánchez, 24 de agosto de 2020
Fuimos al domicilio de esa familia, en Aragón. Nos abrieron las puertas para retratar como vivían el primer día de clases las pequeñas Alexa y Danna Paola. Ellas comparten una computadora, una tele y los celulares. Me sorprende la mamá porque también va a ser maestra de sus hijas, asesora de sus niñas. Una es de sexto y la otra de quinto. Ella le decía a su hija mayor que le ayudara a su hermana menor en lo que pudiera, la unión entre mamá y hermanas.
Héroes luchan por sus medicamentos. Jorge Alvarado, 2 de septiembre de 2020
En el Hospital del Niño, en Toluca, fueron una veintena de papás de niños con cáncer para protestar por la falta de medicamentos. La escasez de fármacos es un problema nacional y sabemos que en distintas partes se han dado estas manifestaciones. La imagen está tomada en el Paseo Colón, que fue bloqueada por los papás y por sus hijos. El retrato es de una mamá con sus pequeños, disfrazados de Iron Man y Supermán. Fue conmovedor verlos, tan chiquitos, con sus trajes, en una situación tan difícil; así iban a iniciar el reto de aprender en casa. Ellas tienen el apoyo de su mamá que hace home office. Están las tres todo el día en clase.
Catrinas lele. Jesús Alvarado, 15 de octubre de 2020
Conocí a Margarita Macías Hernández hace una semana. Le preguntamos si podíamos hacer un reportaje sobre su taller. Ella se dedica a hacer Marías, originalmente llamada muñequitas Lele. Lo curioso es que hace como tres años les hizo una transformación a las muñequitas y las hace como Catrinas, con sus vestidos otomíes, sus trencitas, pero con rostro de calavera. Las caritas de las muñecas son bordadas, otros las pintan o les pegan los rasgos, pero ella las borda, creo que es un elemento que hace que se destaque su trabajo.
Por la pandemia casi no han estado vendiendo porque no los dejan salir a las plazas. Ella no tiene un local ni un taller tal cual, las hace en su casa. Ahora con la pandemia sí se han visto restringidas sus ventas. Las muñecas que ahorita ha estado haciendo son para clientes que ya la conocen. Al parecer a través de la Secretaría de Turismo se organizó una feria y espera que eso les ayude a reactivarse. Está complicado, es una mujer indígena, no tiene estudios, no es como que mientras pasa esto pueda buscar otro trabajo. A las personas que les gusten, los invito a que sigan comprando su arte.
Llegan refuerzos a la Ciudad de México. Berenice Fregoso, 23 de diciembre de 2020
Acudimos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para ver la llegada del personal de salud que vinieron de otros estados para atender a los pacientes de Covid-19. Nos citaron desde las 7 de la mañana, porque a esa hora comenzaron a llegar los primeros contingentes. Los primeros que llegaron fueron de Guadalajara, le siguieron los de Quintana Roo y los de Oaxaca. Sin embargo, de todo el personal, me llamó la atención la enfermera Carla, de Oaxaca, porque llegó con fotografías de su familia en una mano y en la otra, una imagen de la virgen de Guadalupe. Me pareció una mujer admirable porque llegó con la actitud de querer ayudar y aprender, a pesar de la solicitud por parte de sus familiares para que no viajara a la Ciudad de México. Sin embargo, mientras llegó todo el personal de salud, el aeropuerto estaba lleno de personas esperando sus vuelos para salir de Viaje. Algunas personas intentaban tomar la sana distancia, pero la fila era muy larga y no era del todo posible.
Una enfermera fue la primera vacuna en México. Germán Espinosa, 24 de diciembre de 2020
La primera persona vacunada contra Covid-19 fue la enfermera María Irene Ramírez, del Hospital Rubén Leñero. Pude ver que la mayoría del personal médico estaba contento porque ellos son los que tratan directamente con los pacientes y quizás ahora se sientan un poco más seguros no sólo por ellos mismos, sino por sus familias. De hecho, me hizo pensar en la historia reportada por EL UNIVERSAL de una enfermera que tiene ocho meses sin ver a su familia.
Adulta mayor sube a Cablebus "gracias a Dios". Carlos Mejía, 21 de febrero de 2020
La fotografía fue entre la estación Campos Revolución y Tlalpexco, en lo alto de la alcaldía Gustavo A. Madero. La jefa de gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum inauguró el cablebus y dijo que en un rato estaría listo para que lo probaran. Se corrió rápido la voz y ya había filas de vecinos para probarlo. Las señoras al escuchar que podían subir gratis no lo dudaron, quizá porque querían saber qué se sentía, la velocidad a la que iba, la vista desde ahí, y no dudaron en sacar el celular para el video del recuerdo. De las dos mujeres, la mayor debido a su edad decía que gracias a Dios vivió este momento, la oportunidad de subir al Cablebus.
Viven en la parte alta a Indios Verdes y sin este transporte se hacen una hora en camión porque se va entre las calles desde arriba. La señora con más edad ya no trabaja, pero tal vez lo agarre como una distracción, ya no tiene la necesidad de andar saliendo, pero ambas esperan que con esto la gente haga menos tiempo en llegar a Indios Verdes y sobre todo más seguros, debido a que en la zona hay casos de delincuencia.