Un aficionado de las Chivas se escapó del trabajo para venir a Mazatlán y asistir al partido del Rebaño en el estadio Kraken.
No quiso decir su nombre, ser capturado en video o decir a qué se dedica, para no meterse en problemas, ya que —se supone— nunca debió salir de Guadalajara.
"No me dieron chance en el trabajo, por lo que tuve que venir sin avisar. Ellos [sus jefes] piensan que sigo allá, pero no. Todo por apoyar a mis Chivas", relató el también miembro de La Irreverente, barra rojiblanca.
Este fanático, con las piernas tatuadas con logos y mensajes del Club Deportivo Guadalajara, adelantó una invasión en el estadio Kraken y aseguró que el Rebaño lucirá como local cuando se enfrente al Mazatlán FC, este sábado por la noche.
"De nuestro grupo, estamos como 80 [miembros] de La Irreverente, nos venimos apretados en un autobús, un trayecto de siete horas en el cual nos sentamos dos personas por lugar", añadió, con una Pacífico en la mano izquierda y un cubrebocas en la derecha, sobre el Malecón.
"Si nos ven bebiendo, la policía nos va a llevar detenidos y no se vale. Nos gastamos como 4 mil pesos para venir, dejamos trabajos, familias y mujeres como para que nos dejen encerrados hasta el lunes".
"Ambientados", sus amigos llegaron para decirle que ya se iban a ir a comer, "hay que bajarle", para luego trasladarse al Kraken.
"Allá nos vemos. Seremos mayoría y ganarán las Chivas", se despidió.