Jen Psaki, señaló que durante su encuentro con López Obrador, Biden 'no hizo ningún compromiso y tampoco dio un cronograma'.
Un día después de la reunión virtual entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la Casa Blanca defendió la decisión de vacunar contra Covid-19 primero a los estadounidenses, antes de compartir la vacuna con otros países, como ha pedido México.
En su conferencia de prensa diaria, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que durante su encuentro con López Obrador, Biden "no hizo ningún compromiso y tampoco dio un cronograma. Él está enfocado en garantizar que los estadounidenses se vacunen".
Psaki, quien el lunes ya había adelantado que el objetivo es que primero el pueblo estadounidense sea inmunizado contra el coronavirus, reconoció hoy que "es cierto que tenemos dosis más que suficientes para vacunar al pueblo estadounidense".
Sin embargo, detalló que "hay un par de factores que nuestro equipo considera, incluyendo que no sabemos cuál vacuna será más efectiva en los niños; no sabemos el impacto de las variantes, es algo que aún están considerando nuestros expertos médicos".
Por ello, continuó, el gobierno de Biden está asegurando las dosis necesarias para poder "planear diferentes escenarios".
Además, recalcó que Estados Unidos está contribuyendo a Covax, el mecanismo creado para distribuir vacunas a los países con menos recursos.
Psaki señaló que "cuando lleguemos a ese punto, donde hayamos vacunado al pueblo estadounidense", entonces se verán otras opciones.
"Claro que queremos que la comunidad global se vacune, porque eso hace que todos estemos más seguros", concluyó.
En su conferencia matutina, López Obrador dijo que los equipos de Estados Unidos y México "van a explorar todas las posibilidades de cooperación" en el tema de las vacunas para ver "qué es posible y cuándo".
Aseguró que Biden mostró "muy buena disposición", por lo que se mantiene abierta la posibilidad de que México tenga vacunas de Estados Unidos, reconociendo que es probable que primero tengan que estar vacunados todos los estadounidenses antes de que el vecino país pueda compartir dosis.