Asesinato de obrero pudo ser homofóbico

[quote]Policías buscan un vehículo Honda guindo y una camioneta en los que huyeron[/quote]

En el segundo crimen de odio homofóbico en la Ciudad, se convirtió el ataque que sufrieron los dos obreros de AHMSA en Colinas de Santiago, cuando varios sujetos se introdujeron en su hogar y los apuñalaron con tremenda saña, acabando con la vida de uno de ellos, mientras que el otro sigue grave en el hospital.

Lo anterior lo dieron a conocer fuentes allegadas a las investigaciones y familiares, en torno al caso del asesinato de Mario Cabrera Molina, quien contaba con 32 años de edad, y tenía su domicilio sobre la Calle Charco Azul número 1532, del sector antes mencionado y donde vivía con Ricardo, su pareja sentimental, lo cual fue informado por su madre.

Aunque inicialmente se manejó el robo como móvil de los hechos, salió a la luz pública que el robo fue perpetrado en otro domicilio aledaño, dejando entrever que los responsables se metieron a casa de los obreros, teniendo claro lo que iban hacer y posiblemente intentaron desviar la atención robando en la casa de enseguida.

El asesinato tomó otro giro cuando trascendió que las víctimas eran pareja sentimental, por lo que ahora se investiga el segundo caso de crimen de odio en la Ciudad.

Las Autoridades están en búsqueda de un Honda de color guindo y una camioneta, en la que el sexteto de agresores de los obreros salieron huyendo, no sin antes identificar a uno de ellos como “Diego”, al que le gritaron al verse descubiertos por los vecinos.

Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado dieron a conocer que el obrero murió a consecuencia de un shock hipovolémico por laceración en arteria y vena subclavia tras recibir una certera puñalada cerca del cuello.

Mientras tanto, Ricardo Escobedo Mata, el obrero que resultó lesionado se encuentra aún grave en el nosocomio a donde fue llevado por sus vecinos.

Como fue del dominio público, el sangriento hecho que estremeció a la ciudadanía se registró pasadas las 05:00 horas del pasado domingo, cuando el par de obreros, al escuchar ruidos, trataron de levantarse pero dos tipos se encargaron de sujetar a cada uno, mientras que otros dos, los golpeaban y atacaban respectivamente.

El cuerpo de Mario, fue entregado a su madre, Gloria Molina Piña, de 51 años, con domicilio en la Ciudad de Reynosa, Tamaulipas, quien se encargaría de trasladar a su hijo a su Ciudad natal para darle cristiana sepultura.