Gustavo Cerati, quien murió en 2014, ahora se manifiesta de formas diversas ante su amigo Leo García, relata
Inesperados cortes de luz, lámparas que se encienden y apagan misteriosamente y aparatos médicos que sonaban mientras lo visitaba en el hospital fueron algunos de los hechos sobrenaturales que relató Leo García durante una entrevista con el programa Vino para vos del canal KZO.
“¿Sentiste que él quiso contactarse o comunicarse con vos después de su muerte?”, le preguntó Tomás Dente a García, quien enseguida comenzó a enumerar los inexplicables hechos relacionados con su amigo Cerati quien, tras permanecer cuatro años en coma por un accidente cerebrovascular, murió a los 55 años, el 4 de septiembre de 2014.
“Por ejemplo, tengo un muñeco de él que me hizo mi sobrina Melisa, que es artista. Es impresionante, ella hace esculturas y tiene mucho talento. Entonces me hizo un muñeco de Gustavo Cerati que es como un santo y pasan cosas”, dijo García.
“Un amigo me estaba ayudando a ordenar mi cuarto porque tenía la casa hecha un galpón directamente, y dijo ‘bueno, desarmá esto’; y cuando saqué todo se cortó la luz, como si hubieran saltado los tapones, pero no era en el edificio, era solamente mi departamento”, prosiguió. Cuando García decidió volver a poner el muñeco de Cerati en su lugar, inmediatamente regresó la luz.
“Lo mismo me pasaba con una lámpara que me regaló Lilian, la mamá de Gustavo. Siempre se prendía y se apagaba y dicen que es el modo que tienen de expresarse los seres que no están en el plano físico”, reveló.
Sobre el final, narró un hecho ocurrido en la clínica donde se encontraba internado Cerati. “Él estaba sentado en una silla pero no podía moverse, entonces yo hice algo que él no quería. Me arrodillé ante él, me abracé a sus piernas y me puse a llorar. Sentí que él me estaba acariciando la espalda muy fuertemente. Yo sentía que, mientras él estaba en coma, tenía la posibilidad de salir de su cuerpo”, rememoró.
“Yo siento que le estuvo poniendo toda su fuerza ahí y, por ejemplo, cuando me largué a llorar, los aparatos que estaban alrededor empezaron a sonar para llamar a la enfermera y con eso yo sentí patente que me dijo ‘no quiero que vengas a llorar acá’. Creo que él decidió realmente irse de ese modo”, finalizó.