El jefe de Estado brasileño, quien se declara un "admirador" de Trump, buscó estrechar los lazos con Estados Unidos y convertirse en un aliado estratégico del entonces mandatario republicano
Sao Paulo,- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que cree que su homólogo estadounidense, Joe Biden, mantendrá "todos los acuerdos" que firmó con la Administración de Donald Trump, que tuvo en el líder ultraderechista suramericano a uno de sus máximos aliados.
"Cambia el Gobierno, (pero) poca cosa cambia. Creo que todos los acuerdos que firmamos con el Gobierno Trump serán mantenidos por el Gobierno Biden", dijo el mandatario brasileño a los periodistas, tras un acto en el municipio de Alcántara, en el nororiental estado de Maranhao.
El gobernante señaló que "el pueblo estadounidense mira realmente el interés de su nación" y, por ello, confía en que sigan en pie los acuerdos alcanzados con Trump porque así "todos" ganan.
También este jueves, el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Ernesto Araújo, mantuvo su primera conversación telefónica con el secretario de Estado de E.U., Antony Blinken, según informó la Cancillería de Brasil en sus redes sociales.
Ambos "confirmaron el compromiso con el continuo fortalecimiento de las relaciones" bilaterales e "identificaron una amplia agenda de acción conjunta en temas comerciales, inversiones, la defensa de la democracia, la cuestión del clima y medioambiente, derechos humanos y el enfrentamiento a la covid-19", indicó la cartera.
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, fue uno de los últimos líderes mundiales en felicitar a Biden por su victoria en los comicios presidenciales de noviembre pasado.
El mandatario nunca escondió su admiración y apoyo a Trump durante la campaña electoral estadounidense e incluso compró la tesis del ahora expresidente sobre un presunto fraude en los resultados, negado por las autoridades y la Justicia de la potencia norteamericana.
También explicitó públicamente sus diferencias con Biden, que asumió el poder el pasado 20 de enero, especialmente en materia medioambiental, después de que el entonces candidato demócrata ofreciera recursos para disminuir los altos índices de deforestación en la Amazonia.
Bolsonaro respondió en la época que no aceptaría "sobornos, criminales demarcaciones o infundadas amenazas", aunque cuando lo felicitó semanas después cambió el tono y le tendió la mano para trabajar por la "prosperidad" de ambos países.
El jefe de Estado brasileño, quien se declara un "admirador" de Trump, buscó estrechar los lazos con Estados Unidos y convertirse en un aliado estratégico del entonces mandatario republicano.
Para ello, entre otras medidas, el Gobierno de Bolsonaro aumentó el límite de importaciones de etanol, sector en el que Estados Unidos es uno de los principales exportadores, y les permitió a los norteamericanos el uso de su base espacial de Alcántara.
Brasil también aceptó renunciar al tratamiento especial en la Organización Mundial del Comercio (OMC), a cambio del apoyo firme de Estados Unidos para su ingreso en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).