El edificio bien podría convertirse en hospital, pero autoridades lo mantienen abandonado
Un costoso edificio que fue planeado como cárcel de máxima seguridad y que llegó a operar como un CEFERESO (Centro Federal de Readaptación Social), se encuentra en el abandono y desperdiciado desde el mes de octubre del año 2015, se trata del que fuera el CEFERESO número 10 nor-noreste, localizado a la altura del kilómetro10.5 de la carretera Monclova-Candela.
El mencionado edificio fue incorporado al Sistema Federal Penitenciario el 6 de marzo de 2012, con base al acuerdo 02/2012 que se publicó en el Diario Oficial de la Federación y de ahí que se dedicaría albergar reos de alta peligrosidad.
Sin embargo, por instrucciones del Gobierno Federal, el inmueble fue desalojado en el mes de octubre del 2015, supuestamente por fallas e inseguridad, trasladándose a los internos a cárceles de Guanajuato y Chiapas.
El movimiento de los presos a cárceles fuera de Durango acarreó en su momento una serie de quejas y protestas de parte de los familiares de los encauzados, ya que a pesar de que la mayoría de ellos eran oriundos de Coahuila y cumplían penas por delitos del fuero común, fueron removidos como presos de alta peligrosidad y a sus familiares se les dificultaba ir a visitarlos y en su caso gestionar defensa y beneficios.
Entre las peticiones que hicieron los familiares de los presos removidos, estaba una que se refiere a que el estado de Coahuila se volviera a hacer cargo del penal, para que regresaran los presos nativos de esta región, pero sus gestiones no tuvieron éxito.
Luego, el 2 de enero del 2017, se publicó un acuerdo por el que se desincorpora del Sistema Federal Penitenciario el Centro Federal de Readaptación Social número 10 Nor-Noreste en Monclova para ser las instalaciones destinadas a la capacitación y adiestramiento de los servidores públicos, que sería operado por el estado de Coahuila.
Pero todo quedó en buenas intenciones, ya que pesar de contar con extensas instalaciones, patios, áreas verdes, espacios administrativos y sitios que se pueden habilitar como aulas y talleres, el Gobierno del Estado simplemente decidió no aprovechar el inmueble.
El que fuera un centro de readaptación de alta seguridad, ahora se encuentra abandonado, luce descuidado y de no ser por unos cuantos trabajadores que regularmente acuden a barrer y retirar algunas hierbas y arbustos que crecen en sus alrededores, el abandono sería total y por ende su deterioro. Trabajadores que fueron contactados mientras hacían labores de limpieza, se negaron a proporcionar mayores datos sobre el Cefereso, argumentando que ellos no tienen autorización para hacer comentarios de ninguna índole y que será la Fiscalía General del Estado o la policía estatal quienes pueden aportar información.
Por su parte Gerardo Bortoni González, presidente de la Unión de Organismos Empresariales, comentó que rechazan contar nuevamente con una prisión en esta ciudad y menos si es para reos de alta peligrosidad con delitos federales.
Aunque hay opiniones de otros representantes sociales y empresariales que coinciden en que debe darse algún uso a esas instalaciones y entre las sugerencias que se recogieron está que se habiliten como instancias de salud, ya que en la actualidad y por la pandemia que se padece, la mayor parte de los hospitales del IMSS, ISSSTE y el resto de los hospitales públicos se encuentran saturados. Los mismos doctores del IMSS opinan que sería una forma de contar con más camas y un área totalmente libre de virus en donde se podría proporcionar atención a más gente, sólo sería cuestión de que el Gobierno de Coahuila haga una pequeña inversión en su adecuación y equipamiento. A través de redes sociales son varias las personas que se han mostrado de acuerdo en que habiliten las instalaciones del antiguo penal como un centro de salud y con ello se aprovecharía un edificio que en este momento se encuentra deteriorado y convertido en un “elefante blanco”