El primer ministro en funciones, Mark Rutte, subrayó hoy su disposición a “llamar incluso a (el presidente ruso) Vladimir Putin” para comprar dosis de la vacuna del covid-19 Sputnik V si la respalda la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y adelantó que podría extender el toque de queda en Países Bajos.
Durante un debate parlamentario, Rutte aseguró que “si ayuda” para ampliar la cobertura de la campaña de vacunación y para frenar la pandemia, está dispuesto a “llamar a todo el mundo, incluido Vladimir Putin, pero depende de lo que diga la EMA, porque por una cuestión de confianza, no nos podemos desviar de esa vía normal”.
Además, aseguró que Países Bajos “se está poniendo al día” en su campaña de vacunación, puesto que está a la cola de los países europeos, solo mejor que Bulgaria en número de inyecciones administradas a sus habitantes, una situación que recibió muchas críticas del Congreso neerlandés, que debate este jueves las restricciones por la pandemia.
“Los errores son inevitables, también en el futuro próximo”, admitió Rutte, que se negó a dar prioridad en la vacunación a las personas de entre 60 y 75 años con enfermedades graves, y que, con relativa frecuencia, acaban ingresadas en cuidados intensivos por contraer la covid-19. “Si se sigue dando prioridad a nuevos grupos, otros grupos se ralentizarán, y todo será mucho más complejo”, añadió.
Los liberales, progresistas y la ultraderecha defendieron hoy un análisis urgente del uso de la vacuna rusa, después de que los resultados preliminares mostraran que tiene una eficacia del 91,6 por ciento, similar a la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna, y más que la que mostró AstraZeneca, las tres que ya tienen licencia de uso condicional en la Unión Europea.
TOQUE DE QUEDA
Rutte también subrayó su disposición a extender el toque de queda más allá del 10 de febrero, fecha en la que expiraba en principio, y lamentó los disturbios entre grupos de jóvenes y agentes de la policía nacional que tuvieron lugar a finales de enero tras la introducción de esta restricción. “La implementación es buena ahora”, defendió.
El objetivo del Gobierno en funciones era relajar esta restricción a partir de la próxima semana, pero las alertas sobre la velocidad de contagio de la mutación británica del coronavirus y un nueva subida de los casos diarios podría llevar a su equipo de asesores a recomendar una extensión del toque de queda en un consejo que anunciarán mañana.
Reconoció que “se teme lo peor” porque “las cosas no van bien” cuando se miran los datos y los consejos del Instituto de Salud Pública (RIVM), y advirtió de que “las previsiones son dramáticas si se habla de relajar las medidas existentes” en Países Bajos.
El próximo lunes también reabrirán las escuelas de Primaria y las guarderías, cerradas desde mediados de diciembre, aunque varios colegios están rechazando volver a las clases presenciales sin haber sido vacunados y dadas las medidas adicionales que les exigen como realizar test rápidos a los alumnos.
Desde el RIVM, Jaap van Dissel defendió hoy la vuelta a clase y explicó a los diputados que los niños de hasta 12 años tienen menos probabilidades que los jóvenes y adultos de propagar el coronavirus, mientras que los profesores no corren más riesgo de contagiarse que el que sufren policías, bomberos o personal sanitario durante sus horas de trabajo.
En las últimas 24 horas, el RIVM detectó un total de 4.246 nuevos casos de coronavirus, 208 más que ayer y más que el promedio de la semana pasada, cuando se registró una media diaria de 3.916 positivos, mientras que el número de fallecidos por la covid-19 ascendió hoy a 67, cinco más que ayer.