Sobre sus rivales no le gusta opinar mucho
CIUDAD DE MÉXICO,- Julio César "Rey" Martínez ha cambiado sus hábitos. Después de perder la oportunidad de ser el respaldo en la batalla del "Canelo" Álvarez, en diciembre pasado, debido a una enfermedad provocada por un descuido en su alimentación, el monarca mundial de peso mosca, defenderá su cetro ante McWilliams Arroyo, en pelea mandatoria avalada por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el próximo 27 de febrero.
La cita será en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida, ahora sí, como parte de la función en la que Saúl "Canelo" Álvarez, expondrá el supermedio del CMB, ante el turco Avni Yildirim. Fiel a su estilo dicharachero, el "Rey" Martínez, se declara listo para calzarse los guantes. "Aquí no se habla, se boxea", advierte. El campeón mexicano acepta que le ha puesto más atención a todo lo que implica la preparación, rumbo a un duelo de campeonato.
"Para la anterior pelea bajé mucho de peso y eso me empezó a afectar en la úlcera y fue lo que falló, pero ya estamos listos para defender con mucho orgullo el cinturón". Asesorado por el servicio médico de la Comisión de Boxeo de la Ciudad de México, Martínez ha dejado atrás las malas costumbres. "La verdad es que no me gusta desayunar e iba en ayunas al entrenamiento. Tengo la vieja escuela, pero ahora ya estoy con mi nutriólogo, llevo mi dieta, me estoy cuidando para no tener más problemas con eso".
Y es que, pese a sumar 250 peleas en el terreno amateur, la realidad es que no supera aún los 20 combates como profesional, así que le queda mucho camino por recorrer. "Queremos hacer historia, ya quiero subir a las 115, pero antes unificar. Voy con gusto al gimnasio, me agrada que me pongan a los mejores para ser uno de ellos, jamás le he tenido miedo a nadie, lo hago con alegría porque quiero que mi familia tenga lo mejor. Es un orgullo subirme a pelear, para que vean que en México hay un chingón", afirma.
Sobre sus rivales no le gusta opinar mucho, pero en el duelo contra el puertorriqueño McWilliams Arroyo espera "una pelea de choque, no lo veo tan alto. Me acomodo al rival y conforme lo veo, encimo, choco o boxeo". Al final de cuentas es el campeón, aunque haya tardado un poco en entender el peso de un título. "Lo he ido dimensionando porque no esperé ganar tan rápido, porque nunca tuve promotor ni patrocinador, peleaba en la que fuera por dinero, llegue a pelear en supergallo con Édgar Sosa y le gané, de ahí me empezaron a ver".