México rebasó ya los 150.000 muertos por covid-19 con una pandemia desatada que ha desbordado los hospitales de la capital y que ha contagiado incluso al presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras el Gobierno la intenta combatir con un plan de vacunación que avanza a paso lento.
Tras las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el país ya ha superado con creces su anterior pico de julio y ya acumula 1.77 millones de enfermos tras una semana con récords diarios de contagios y de decesos.
HOSPITALES CASI SATURADOS
El virus azota con especial fuerza a la capital del país, que a pesar de haber cerrado toda la economía no esencial durante la temporada navideña no ha podido frenar el disparo de contagios, que ha llevado al borde de la saturación a los hospitales, donde están ocupadas el 89 % de las camas de atención general y el 85 % de los ventiladores de respiración asistida para enfermos críticos.
"Todavía no le dan (a mi padre) una cama por la situación de que todo está saturado. Estamos en espera y, primeramente Dios, tendrá lugar", confió este martes a Efe Omar Alexis Ramírez, una de las 40 personas agrupadas en la puerta del Hospital La Raza a la espera de recibir información sobre sus familiares.
El padre de Omar Alexis, de 55 años, fue internado grave en este centro médico hace tres días, pero todavía no le han podido asignar una cama, por lo que su hijo entregó este martes al hospital una bolsa con papel de baño, jabón, pasta de dientes, una toalla y chanclas para su atención.
Al lado espera Norma Ruiz, quien desde hace ocho días se desplaza a diario en transporte público durante una hora y 40 minutos hasta llegar al hospital, donde está ingresado su sobrino con cáncer, de 15 años, quien al parecer se contagió de covid-19 en este mismo centro médico cuando recibía tratamiento en el área de oncología.
"La verdad es muy complicado, está la angustia, hace unos días nos hablaron de que teníamos que estar temprano porque le iban a hacer un tratamiento. No poder hablar con él es muy desesperante", dijo a Efe.
Y es en las puertas de los hospitales donde muchos conocieron el domingo la noticia de que el presidente López Obrador, de 67 años e hipertenso, dio positivo por coronavirus tras una gira por el norte del país.
La covid-19 "no escoge ni de sexo ni de edad ni de estatus social. Deseamos de todo corazón que (el presidente) se mejore y a todas las personas que están aquí. Oramos por ellos", expresó Omar Alexis.
NUEVO IMPULSO A LA VACUNACIÓN
Ante este panorama, la mayor esperanza está depositada en la vacuna anticovid, cuya aplicación en México fue pionera en América Latina el pasado 24 de diciembre, pero avanza a paso lento tras varios retrasos en los envíos de Pfizer.
A día de hoy se han suministrado 624,000 vacunas, pero solo 28,700 personas han recibido las dos dosis necesarias de Pfizer, cuando el Gobierno tenía previsto haber vacunado en enero al millón de trabajadores sanitarios del país.
Desde su confinamiento y en busca de un impulso a las vacunaciones, López Obrador llamó el lunes a su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien cerró la compra de 24 millones de dosis de Sputnik V para los próximos dos meses.
El Gobierno mexicano anunció este martes que la próxima semana llegará un primer cargamento con 200,000 dosis.
Sin embargo, no faltan las suspicacias sobre la vacuna rusa, pues su uso todavía no ha sido autorizado por las autoridad reguladora mexicana, a pesar de que Hugo López-Gatell, el estratega del Gobierno contra el coronavirus, estuvo recientemente en Argentina dando seguimiento a la aplicación de la vacuna rusa.
LÓPEZ OBRADOR SIGUE "FUERTE"
Mientras tanto, López Obrador permanece encerrado por segundo día desde que dio positivo por coronavirus, aunque está "optimista", "fuerte" y "recuperándose muy bien", informó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
La sustituta de López Obrador en sus conferencias de prensa matutinas aseguró que el mandatario "está súper atendido" por un equipo médico liderado por el secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer, y dijo que está "interviniendo en algunas de las decisiones más importantes" del Gobierno.
Por ejemplo, el lunes cerró con Putin el acuerdo sobre las vacunas y participó en una reunión virtual de Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) sobre compra de medicamentos.
"Él es muy optimista. Una de las grandes características del presidente, además de ser un gran líder y estar en contacto con la población, es una gente muy optimista", dijo Sánchez Cordero, quien agradeció los mensajes de apoyo del estadounidense Joe Biden, el español Pedro Sánchez y la alemana Angela Merkel, entre otros mandatarios extranjeros.
Paralelamente sigue el rastreo de los contactos que tuvo López Obrador en los últimos días, que incluye a varios miembros de su gabinete, y persisten las dudas sobre si el presidente tomó el domingo un vuelo comercial cuando ya sentía síntomas de covid-19.