Alfredo Castillo, quien fuera titular de la Comisión Nacional del Deporte del 2015 al 2018 acaba de ser deshabilitado por 10 años por la Función Pública para ocupar cualquier cargo público.
Su administración se caracterizó por muchas polémicas, pero lo que más se recuerda de su administración, fue cuando, estando casado, llevó a los Olímpicos de Río de Janeiro a su "novia", Jacqueline Tostado, ganadora de un concurso de belleza en la Ciudad de México, quien lució una acreditación oficial.
La señorita Tostado además lucía un vestido de la marca Hugo Boss, misma que vistió la Delegación en la Apertura de los Juegos.
Esa relación terminó al desatarse el escándalo. Paradójicamente algunos atletas tuvieron que competir en esos juegos con uniformes parchados. Este hecho provocó que muchos atletas alzaran la voz protestando por no haber podido acreditar a entrenadores o especialistas, y sí a la novia del secretario.
En esos mismos Juegos, Castillo entró en polémicas directas con el Comité Olímpico Mexicano, al colgarse de medallas a pesar del nulo apoyo, así como tacharle a algunos atletas el no haber podido ganar preseas. Castillo llegó a la Conade en el 2015, con el estigma de que nunca estuvo involucrado en el deporte.
En su primer reto, los Juegos Panamericanos se Toronto 2015, la delegación mexicana decayó en su accionar al conquistar menos preseas que en los Juegos de Guadalajara 2011. Para los Olímpicos de Río de Janeiro 2016, México retrocedió y no logró una medalla de oro, como lo hizo en el 2012.
Durante su mandato se presentó la demanda de la esgrimista Paola Pliego a la Conade, por el caso de dopaje que provocó que no participara en Río de Janeiro 2016. Además, se tuvo que cancelar el Mundial de Natación con sede en México en el 2017, por supuesta falta de presupuesto.