Así de grande era el rey del jonrón
México, D.F. Hank Aarón el rey del jonrón, forjó su leyenda en los diamantes con 755 vuelacercas en su carrera activa de 23 años en las Granmdes Ligas en donde fue el Rey del Cuadrangular durante 30 años, luego su personalidad, carisma y sabiduría compartida con las nuevas generaciones lo elevaron a la categoría de ídolo.
En 2004 un joven jardinero mexicano se presentó por primera ocasión a entrenar en las sucursales de los Bravos de Atlanta. Su nombre era Iván Terrazas, tenía tan sólo 20 años de edad y se perfilaba para debutar en la Gulf Coast League en Clase Rookie.
"A Hank Aaron le gustaba mucho ver los entrenamientos de primavera. Él no tenía un puesto como tal en la organización, pero siempre estaba ahí. Bajaba con John Schuerholz, quien era el mero mero de Atlanta en aquel entonces, y con Dayton Moore, el jefe de Ligas Menores de Bravos. Miraban las prácticas de bateo y Hank siempre se tomaba el tiempo para platicar con nosotros".
Lo que captó la atención de Aaron en Iván Terrazas fue el hecho de que no usaba guanteletas.
"Además, tuve la fortuna de que le gustara mi swing. Se acercó y me dijo que muchos bateadores cometen el error de trabajar pensando en su porcentaje de bateo y en sus números, me aseguró que esa no era la manera correcta de pensar. Me dijo que si trabajaba pensando en mejorar cada día la mecánica y perfeccionando mi swing, los números solitos se iban a ver reflejados".
Aquellas palabras cambiaron para siempre la carrera del capitán de los Diablos Rojos del México, quien en 2006 compartiría la distinción al Novato del Año de la LMB con Salvador Robles y que una década y media después se convirtió en uno de los peloteros consentidos de la afición.