La vida se quedó en el diamante
Nacido en la capital del melón y la sandía, Tlahualilo, Durango, un 31 de octubre de 1938, Raúl Fraire Olague platica a El Tiempo Deportes desde su inicio dentro del Rey de los Deportes.
Comienza la plática desde cómo llegó al béisbol, “el béisbol me gustó desde niño, aunque casi no había equipos infantiles, por lo que tuve que jugar con mayores, se formó la Liga Ranchera que dio buenos resultados, porque ahí se formó el equipo de béisbol de Tlahualilo que posteriormente jugó en la Liga Mayor de La Laguna, en esta liga los punteros Sección 74, Torreón, Tlahualilo, Matamoros y San Pedro”, luego prosigue.
“En una ocasión, el equipo Tlahualilo nos debía una quincena a todo el equipo, las entradas estaban flojas, pero luego nos llaman a junta y nos dicen, “contratamos a Héctor Espino con 10 mil pesos a la semana y metía la gente a reventar y nos pagaron lo atrasado, luego vinieron más peloteros como Moi Camacho, Pancho Morales, entre tanto “caballo”, Carlos Casas quien jugó con Reynosa hacíamos el uno-dos con el bat, yo estaba encendido” afirma.
Prosiguiendo “José Luis Casas era titular y yo era banca, hasta que se lastimó, respondí y ya no me sentaron, me fui a Chihuahua, pero ya andaban por mí en Monclova”, mirando al cielo como si fuera ayer continúa:.
“Gerardo Calderón era el buscador de Ahmsa, me llevó a su negocio y me convenció a venir a Monclova me dio 24 mil 500 pesos por seis meses y llegué a esta bella tierra en el 62, Mario Gómez llegó de México el mismo día que yo”, nos dice con una sonrisa.
Enfatiza, “estábamos muy jóvenes, Mario tenía 20 y yo 21 años nos veían muy jóvenes, el mánager Oscar Martínez quien en el entrenamiento nos vio. Comenzamos a jugar el 63, 64, nos fue mal, en el 65 llegó Tomás Martell , Ernesto Cortes en primera y Mario cachando, “el Seco” Macías, Nacho Rodríguez y fuimos campeones, “pichi” Padilla, Tehua Hernández, luego vino “Fruto” Carrillo ,José “Pulpo” Arseo que venía de Reynosa, Beto Moreno, “el Zurdo” Cortés, Rodolfo Machado, Juan Vázquez, Horacio Piña, Humberto Cid, “Bisagras” Rivera, nuestro couch Alfredo “Chiva” Jiménez, el “Gallinazo que casi ya no jugaba, nuestro mánager-jugador Tomas Martell pero gracias a Dios me fue muy bien”, comenta el lagunero.
A la par del juego, trabajaba en Ahmsa donde dice “en Ahmsa jugué béisbol y softbol, en una liga “papeya”, traje yo el equipo tanto en la departamental como en la de softbol, se batalla, pero se logra y nos llevamos varios campeonatos”.
En la Liga del Norte de Coahuila nos dice con la sencillez que lo caracteriza, “logramos el tri campeonato fueron 65, 66 y 67 en Liga del Norte, cosa que ningún equipo lo ha logrado, en el 68 me retiré, en el 69 vino la Anabe y se acabó la liga”, pero seguí en Ahmsa enfatiza.
Evocando la bella época de la empresa comenta “en Ahmsa duré 25 años, la Universidad no me contrató en principio, Valente Delgado, Genaro Arévalo y Juan de Dios Quintero estudiaban en la Fime y trabajaban en Ahmsa, me invitaron para que los dirigiera, se batalló, pero lo hicimos y participamos en varias ligas y nos fue bien, luego formé un equipo de soft femenil y vino el softbol varonil para entonces ya estaba en la nómina de la Fime en el 77 Lázaro de Luna era el director, comencé con cinco horas con pago de 65 pesos, pero me puse a trabajar en lo mío y duré 37 años, Mario Mancillas coordinador de deportes me arregló mi jubilación en la universidad que en verdad fue mi segunda casa al igual que Ahmsa, con las dos estoy agradecido”, asegura.
Con los ojos nublados dice “vinieron muchas cosas buenas, otras malas, pero mejor recuerdo las buenas, mi casa, mi esposa Julia, mis hijos, ahora mis nietos, se me adelantó mi pareja, pero vive en mi porque fueron años y años que la pasamos juntos, estoy agradecido con la vida, la gente siempre me trató bien y logré hacer lo que más quería; jugar béisbol” termina.