Pilar Quintana aseguró que el reto de esta novela estaba en contarla desde el punto de vista de una niña.
El origen de la historia con la que la escritora colombiana Pilar Quintana ha ganado el Premio Alfaguara de Novela 2021, por su obra Los abismos, está en los deseos truncados de las mujeres de las generaciones anteriores a ellas que quisieron ser profesionistas, pero que el mandato social se los impidió, y en la necesidad de desacralizar la maternidad.
"Yo soy hija de una generación de mujeres que no pudieron decidir qué querían ser en la vida, porque el mandato social les decía que tenían que dedicarse a la familia, que tenían que casarse y tener hijos", señaló en enlace desde Cali, Colombia, la narradora de una obra que fue definida por el jurado como "una historia poderosa narrada desde una aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista".
Quintana (Cali, Colombia, 1972), dijo que su mamá había querido estudiar derecho, pero su abuelo le dijo que una mujer de su casa se casaba y tenía hijos; "yo quería indagar en la relación de una niña con una mujer que tenía frustraciones en su vida porque fue una mujer que no tuvo la libertad, como yo sí la tuve… quería indagar sobre cómo es ser hijo de una mujer que quizás si hubiera podido elegir no hubiera elegido una vida familiar".
La narradora que se presentó al concurso con el seudónimo Claudia de Colombia y fue elegida por mayoría entre 2 mil 428 manuscritos que llegaron al concurso, aseguró que hay muchas novelas sobre ser hija de un mal padre, pero ahora los escritores están reflexionando y quitándole los velos a la maternidad.
"Estaba mal visto, y lo sigue estando, que una mujer hable de los retos de ser mamá, de las dificultades, de los sentimientos negativos que emergen. Creo que es fundamental que reflexionemos sobre las dificultades de la maternidad, que la desacralicemos, que no la sigamos viendo como un hito y viendo a las mamás como fuertes, porque somos seres humanos con luz y con oscuridad", señaló Quintana.
Pilar Quintana aseguró que el reto de esta novela estaba en contarla desde el punto de vista de una niña; "los niños entienden todo a su alrededor, pero no lo entienden como nosotros, a veces no son capaces de ponerlo en palabras. Tuve que dedicarle mucho trabajo a esa parte para que la novela pudiera contar lo que estaba pasando desde el punto de vista de una niña".
El jurado, integrado por Irene Vallejo, Cristina Fuentes La Roche, Ana Merino, Xavi Ayén, Xavier Vidal, Pilar Reyes y Héctor Abad Faciolince, como presidente, que estuvo reunido en el anfiteatro de Casa de América de Madrid, celebró la novela que se "adentra en la oscuridad del mundo de los adultos desde el punto de vista de una niña que desde la memoria de su vida familiar intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres, con el telón de fondo de un mundo femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar".
Abad Faciolince, quien fue el encargado de dar a conocer a la ganadora del Premio que está dotado de 175 mil dólares, una escultura de Martín Chirino, y la publicación de la novela en toda habla hispana, celebro Los abismos, escrita "con una prosa sutil y luminosa en la que naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad".
Pilar Quintana, vigésimo cuarta ganadora del Premio Alfaguara, ha publicado cuatro novelas: Cosquillas en la lengua, Coleccionistas de polvos raros, Conspiración iguana y La perra; fue seleccionada por el Hay Festival entre los 39 escritores menores de 39 años más destacados de toda Latinoamérica.