Biden se prepara para imponer algún tipo de penalización a Moscú, con base en la evaluación de los servicios de Inteligencia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pretende extender por cinco años el único tratado existente con Rusia que limita los dos mayores arsenales nucleares del mundo, a unas semanas de que expire, informó este jueves el diario The Washington Post.
El periódico, que citó a dos funcionarios de alto rango estadounidenses, señaló que esta decisión, respaldada por Rusia, se produce conforme se aproxima el plazo del 5 de febrero para renovar el tratado Nuevo Start o Start 3.
En paralelo, el Gobierno de Biden se prepara para imponer algún tipo de penalización a Moscú, con base en la evaluación de los servicios de Inteligencia sobre sus actuaciones en casos como los ciberataques.
"Conforme trabajamos con Rusia, estamos también trabajando para que Rusia rinda cuentas por su temeridad y sus acciones agresivas que hemos visto en los últimos años meses y años", dijo uno de los funcionarios a The Washington Post.
El expresidente Donald Trump intentó en los últimos meses extender por un periodo más corto que cinco años el tratado Nuevo Start, pero fracasó a la hora de llegar a un acuerdo después de que su enviado nuclear pasara meses intentando persuadir a China para que se uniera a dicho pacto antes de tirar la toalla.
Si el tratado expirara, Moscú y Washington podrían desplegar un número ilimitado de submarinos, bombarderos y misiles nucleares, que muchos temen que pueda desencadenar una carrera armamentística.
Mientras la Administración Biden trabaja para ampliar la vigencia del tratado, el presidente ordenará a la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, confirmada el miércoles por el Senado, que haga una evaluación a fondo de la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones en EE.UU. de noviembre pasado, el uso de armas químicas contra el opositor ruso Alexéi Navalni y las recompensas rusas a los talibanes a cambio de matar a soldados estadounidenses en Afganistán.
También le va a pedir esta semana a Haines que investigue el ciberataque contra varias agencias federales y departamentos a través de las actualizaciones de un popular programa de la empresa tecnológica estadounidense SolarWinds, llamado Orion y que usan para monitorear redes informáticas tanto el Gobierno como cientos de grandes compañías.
Muchos analistas y funcionarios acusan a Rusia de estar detrás de ese pirateo informático.
"Usaremos esas evaluaciones para informar de nuestra respuesta a la agresión de Rusia en las próximas semanas", dijo un funcionario.
Estos planes de Biden para llevar a cabo un posible castigo a Rusia al comienzo de su mandato se distancian de los pasos adoptados por sus predecesores, que intentaron abrir una nueva página en las relaciones con el Kremlin con la esperanza de fomentar una relación más productiva.
Rusia tiene asumido que Biden mantendrá una política firme, pero espera que la retórica dura y las sanciones dejen margen para un pragmatismo que permita a las dos potencias colaborar en asuntos tan claves como la estabilidad estratégica y el control de armas.