La provincia británica de Irlanda del Norte seguirá confinada hasta el próximo 5 de marzo, después de que las restricciones impuestas tras las Navidades no hayan logrado frenar el aumento de casos de covid-19.
El ministro norirlandés de Sanidad, Robin Swann, señaló este jueves que las escuelas y los comercios no esenciales seguirán cerrados, mientras que se recomienda mantener el teletrabajo, unas medidas que, según algunos observadores, podrían incluso extenderse hasta Semana Santa.
Asimismo, las fuerzas del orden aumentarán la vigilancia para asegurar el cumplimiento de las restricciones, que prohíben, por ejemplo, las reuniones familiares, agregó el ministro.
La ministra principal norirlandesa, la unionista Arlene Foster, advirtió hoy que "sigue aumentado la presión" sobre los hospitales y las unidades de cuidados intensivos, debido, entre otros factores, a la aparición de "nuevas variantes" del coronavirus "altamente contagiosas".
Las autoridades sanitarias informaron este jueves que se registraron 21 nuevos fallecimientos en las últimas 24 horas, al tiempo que se detectaron 732 nuevos contagios, mientras que 806 personas están hospitalizas, 70 de ellas en cuidados intensivos.
Foster reconoció que la ciudadanía se sentirá "decepcionada" ante la nueva extensión del confinamiento, pero aseguró que mantendrá las restricciones "el tiempo que sean necesarias".
El Gobierno norirlandés, de poder compartido entre protestantes y católicos, volverá a revisar la situación y la efectividad de las medidas el próximo 18 de febrero.