El Gobierno afgano anunció hoy que se opone a la liberación de más presos talibanes hasta que éstos cambien de actitud, después de que la puesta en libertad de 5,000 insurgentes como parte del proceso de paz llevó a un aumento de la violencia.
"No estamos a favor de la liberación de más presos talibanes hasta que tomen algunas medidas. Así el pueblo afgano podrá ver la verdadera voluntad de paz de los talibanes", afirmó en una rueda de prensa Waheed Omer, asesor del presidente afgano, Ashraf Ghani.
Los talibanes deben demostrar que "están listos para la paz, para aceptar al pueblo de Afganistán, aceptar a las mujeres afganas como seres humanos (...) Sin eso, la liberación (de los presos) no tendrá ningún beneficio y provocará más violencia", señaló.
El comentario llegó después de que los talibanes trasladaran al representante especial de EU para la Reconciliación de Afganistán, Zalmay Khalilzad, la posibilidad de liberar a otros 7,000 presos insurgentes de las cárceles afganas.
Khalilzad es el artífice del histórico acuerdo que el pasado febrero Estados Unidos firmó con los talibanes en Doha, en el que se pactó la liberación de 5.000 presos insurgentes y un millar de miembros de las tropas afganas como paso previo al inicio de las conversaciones de paz intraafganas con el Gobierno de Kabul.
"Con respecto a los 7,000 prisioneros, nuestra postura es que después de la liberación de los prisioneros talibanes, incluidos los 400 más peligrosos, el pueblo afgano esperaba que los talibanes tomaran algunas medidas que no tomaron", aseguró Omer.
La realidad es, añadió, que la liberación de los insurgentes "no solo no condujo a una reducción de la violencia o a un alto el fuego, sino que los talibanes aumentaron la violencia y no suavizaron su postura en las conversaciones intraafganas", que comenzaron el pasado septiembre en Doha.
Durante los cuatro meses de conversaciones, las dos partes no han logrado ningún progreso significativo y hasta ahora solo acordaron las reglas y procedimientos para las conversaciones.
"Lamentablemente hasta ahora el ritmo de las conversaciones de paz es lento y eso se debe a que (...) la otra parte no tiene una postura o posición clara sobre ningún tema", dijo Omer refiriéndose a la gobernabilidad, la democracia o los derechos de las mujeres.
Los talibanes, aseguró el asesor presidencial, no han mostrado "cambios en su mentalidad que pudieran ayudar a las dos partes a acercarse a un acuerdo", aunque mostró su deseo de que el Gobierno afronte el diálogo con "enorme paciencia", hasta que, finalmente, los insurgentes acepten "las realidades actuales de Afganistán".