Lothar Wieler, presidente del Instituto Robert Koch (RKI), el centro de referencia en Alemania para el coronavirus, consideró este martes que el repunte de la mortalidad en su país está relacionado con la mala gestión de algunas residencias de ancianos.
En un encuentro con medios internacionales, Wieler tachó de "deprimente" el elevado número de muertes por coronavirus en las últimas semanas en Alemania, donde se han superado en múltiples días los mil fallecidos, y apuntó a las empresas que gestionan las residencias de personas mayores.
"Creo que muchos de los casos se deben a que no hay una gestión óptima", señaló Wieler.
En comparación, señaló que los hospitales del país -donde en la primera ola se registraron múltiples contagios- habían mejorado sus procedimientos para evitar la propagación del coronavirus entre sus pacientes y profesionales sanitarios.
No así, prosiguió, ha sucedido en ciertas residencias de ancianos de Alemania, donde se han detectado muchos brotes en las últimas semanas, lo que ha contribuido de manera notable al repunte de las cifras de fallecidos. Es una "realidad tozuda", lamentó Wieler.
En Alemania viven unos 3.5 millones de personas por encima de más de 80 años, de los que unos 800,000 (cerca del 23 %) viven en este tipo de instalaciones supervisadas.
"Debemos poder protegerles bien", añadió el presidente del RKI.
Alemania registro en las últimas 24 horas 1,148 muertes con o por covid, una de sus mayores cifras, mientras que el número de nuevos contagios ascendió a 15,974. Acumula así 2,068,002 infecciones y 48,770 muertes.
Wieler calificó de "evolución positiva" la tendencia de la última semana, con cifras de nuevos contagios claramente a la baja, aunque llamó a no bajar la guardia por el riesgo que conllevan las nuevas variantes más infecciosas.
"Que se reproduzcan más rápido es una razón para reducir la incidencia", argumentó Wieler, que aplaudió el acuerdo de este martes en Alemania para prolongar y endurecer las restricciones a la vida pública y la actividad económica.
Instó a este respecto a "viajar lo menos posible" y dejó en manos de "la política" la decisión de un cierre de fronteras como fórmula para controlar la entrada incontrolada de las nuevas variantes del Sars-CoV2.
Al ser interrogado sobre la posibilidad de que vuelvan las fronteras internas dentro de la UE por la pandemia, se limitó a decir que las autoridades alemanas dan "por hecho" que todos los socios europeos están endureciendo sus restricciones para "limitar" la propagación de las variantes. "Esperamos que funcione", agregó.
"Es muy importante ser perseverantes y hacer todo lo posible para reducir la incidencia (...) porque si no, no controlamos la evolución de la pandemia y no podemos proteger a los grupos vulnerables", razonó.