El gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, y las autoridades regionales apuntan a prolongar hasta mediados de febrero las drásticas restricciones vigentes en Alemania, por el temor a una propagación de las nuevas variantes de la covid-19.
Tanto el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, como los "Länder" gobernados por socialdemócratas y la conservadora Baviera se pronunciaron hoy por mantener el cierre de la vida pública, en las reuniones preparatorias para la reunión de mañana entre Merkel y los líderes regionales.
En declaraciones a la prensa, Scholz, quien es vicecanciller en el gobierno de coalición entre cristianodemócratas y socialdemócratas, consideró "muy plausible" la posibilidad de prolongar la situación actual hasta la primera quincena de febrero y de consensuar fórmulas para extender y regular el teletrabajo.
"Cuanto más ciudadanos trabajen desde casa menos congestión en el transporte público encontrarán quienes sí deben acudir al puesto de trabajo porque éste solo puede ser presencial", afirmó.
Las ayudas y compensaciones a grandes o pequeñas empresas, así como autónomos, que deban mantener cerrado su negocio seguirán "el tiempo que haga falta", garantizó, para avanzar que se plantean algunas mejoras al sistema actual, aunque sin concretarlas.
Junto a la prolongación de las restricciones podría aprobarse mañana, además, la obligatoriedad de usar mascarillas FFP2 en el transporte público y comercios -como ya es vigente desde hoy en Baviera-.
Genera división, en cambio, la posibilidad de dictar a escala nacional un toque de queda nocturno, a imagen del modelo francés, ya que algunos "Länder" lo consideran innecesario.
Desde noviembre está cerrado en Alemania todo el ocio, la cultura y la gastronomía, situación que se amplió con la entrada en diciembre a toda la actividad comercial o servicios no esenciales. Las clases presenciales se suspendieron a mediados de diciembre y no se reanudarán, como pronto, hasta principios de febrero.
En la última reunión de Merkel y los "Länder", a principios de mes, se acordaron además restricciones a la movilidad -un radio de 15 kilómetros en torno a la localidad o distrito afectado- allí donde se supere la incidencia semanal de 200 casos por 100,000 habitantes.