Unidades antimotines policiales y castrenses bloquearon el paso a una parte de las expediciones de hondureños.
"No somos delincuentes. No entiendo por qué nos están tratando mal". Carlos, hondureño de 26 años, reacciona así a la forma como el ejército y la policía nacional guatemalteca recibió ayer a los migrantes que llegaron a la frontera para impedirles el avance.
Carlos, quien viaja con su esposa y dos hijas pequeñas, es uno de los miles de migrantes que llegaron a esta zona como parte de una caravana que busca llegar a Estados Unidos.
"No somos criminales", asegura otro migrante tras el violento incidente en el que las fuerzas guatemaltecas no dudaron en recurrir a gases lacirmógenos y garrotes, mientras se protegían con escudos antidisturbios.
El enfrentamiento ocurrió a las 08:00 horas locales (mismo tiempo del centro de México) en un multitudinario despliegue de unos 5 mil soldados y un número no revelado de policías en zonas fronterizas de Guatemala con Honduras.
En una carretera de Vado Hondo, poblado del oriental departamento (estado) de Chiquimula, las tropas guatemaltecas chocaron con los hondureños y les rociaron lacrimógenos, les agredieron con toletes y les contuvieron y atacaron con sus láminas de defensa, en una trifulca que volvió a agravar el reactivado conflicto migratorio que azota a Centroamérica, México y EU.
Vado Hondo, fronterizo con el occidente de Honduras, se convirtió en paso predilecto de la caminata de hondureños. Aunque se carece de una cifra exacta por ser una marcha esparcida por varias rutas hacia México, en un principio se calculó entre 5 mil y 6 mil viajeros y ya habría alcanzado a unas 9 mil.
Unidades antimotines policiales y castrenses bloquearon el paso a una parte de las expediciones de hondureños que, el viernes y el miércoles anteriores, emprendieron viaje desde el norte de Honduras en las primeras caravanas de 2021 para adentrarse a pie, en cualquier tipo de transporte y por varias vías a Guatemala y, sin visas, tratar de proseguir a México con Estados Unidos como destino final. Pese a que algunos rompieron el muro de seguridad y lanzaron piedras a los efectivos, luego fueron apresados.
El enfrentamiento, que rompió todas las normas de bioseguridad para evitar la propagación del coronavirus, también se saldó con un número indeterminado de heridos.
"Es deplorable el brutal uso de la fuerza" contra los hondureños, tuiteó Jordan Rodas, jefe de la (estatal) Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala. La migración "es causada porque en nuestros países no existen condiciones mínimas para una vida digna. Es necesario tener empatía y solidaridad", añadió.
"Fue una batalla campal", reconoció Guillermo Díaz, director del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM). "Se violentó todo y esto, de alguna manera, nos pone en una situación muy complicada porque las fuerzas de seguridad están precisamente para resguardar el orden", añadió, en declaraciones que el IGM envió a EL UNIVERSAL.
Sin aportar pruebas, Díaz denunció que, con base en informes de inteligencia que recibió de agentes que viajan encubiertos en la caravana, hay "infiltrados elementos de maras de Honduras y de crimen organizado y entonces esto ya nos preocupó más".
En los últimos cuatro días, las autoridades guatemaltecas devolvieron a Honduras a unos mil 380 migrantes. Además, se detectaron ya 21 contagios de Covid-19 entre los migrantes.