Un total de 667,400 personas murieron el pasado año en Francia, lo que significa un aumento del 9 % respecto a 2018 ó 2019 que se tradujo en 53,900 fallecimientos adicionales, una cifra inferior a los 64,632 atribuidos oficialmente al coronavirus.
En una primera estimación de 2020 publicada este viernes, el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) señaló que el excedente de mortalidad con respecto al ejercicio anterior se concentró en dos periodos coincidiendo con las dos olas de la covid.
En una primera, entre el 1 de marzo y el 30 de abril, ese excedente fue de 27,300 fallecidos (un 27 % más); en la segunda, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre, de 33,000 (un 16 % más).
También fue más elevado el número de decesos entre abril y agosto, pero muy ligeramente: 1,100.
Como contrapunto, en los dos primeros meses del año hubo 7,500 muertes menos que en el mismo periodo de 2019 y el INSEE lo atribuye a una menor virulencia de la gripe.
La crisis de la covid y los confinamientos decretados para evitar su propagación tuvieron un cierto efecto protector para algunos grupos de población, en particular los menores de 25 años, a partir de marzo.
Su mortalidad en el conjunto de 2020 disminuyó un 6 %, mientras que la de los mayores de 65 años subió un 10 %. La de los grupos intermedios tuvo evoluciones muy poco significativas: +2 % para los que tenían de 56 a 64 años y -1 % para los de 25 a 49 años.