El domingo 3 de enero, un fuerte estruendo provocó la caída de la fachada y un incendio del que salieron con vida de forma milagrosa.
La pandemia de Covid-19 primero los dejó sin su fuente de trabajo, ahora no tienen casa porque una explosión por acumulación de gas los dejó sin lugar donde vivir.
La madrugada del domingo 3 de enero, los cuatro integrantes de la familia Gómez Hernández dormían en la vivienda marcada con el número 3 de la calle Francisco Villa, ubicada en la zona centro de Ixtapaluca, cuando un fuerte estruendo provocó la caída de la fachada y un incendio del que salieron con vida de forma milagrosa.
"Desgraciadamente no quedó nada, nada de documentos, todo se fue, todo se perdió hasta donde sabemos fue por acumulación de gas. Hacemos un llamado a la comunidad, a las personas que nos quieran apoyar con lo que puedan, una cobija, alimento, lo que sea su voluntad, se los vamos a agradecer", compartió a EL UNIVERSAL José Martínez, uno de los residentes afectados.
El día del siniestro los propios vecinos llamaron a los cuerpos de emergencia. Al sitio acudieron elementos de Protección Civil, Bomberos y rescatistas quienes evacuaron la zona para sofocar el fuego. Las llamas alcanzaron una altura de 10 metros.
"La explosión fue por acumulación de gas, la causa lo determinará el perito, el incendio dañó la estructura de la vivienda, el calor reblandece las varillas, pierden resistencia, el concreto pierde resistencia.
"Sí recomendamos la demolición de varias áreas, por esa situación no podemos permitir que ingresen los vecinos, afortunadamente no hubo lesionados, una situación muy afortunada porque las dimensiones fueron muy grandes", expuso José Juan Serrano, coordinador de Protección Civil y Bomberos de Ixtapaluca.
El predio, en el que también existen varias viviendas donde habitaban otras cinco familias, fue resguardado por personal de Protección Civil y Bomberos, mientras se realiza una evaluación de las estructuras.
Varios de sus moradores permanecen en las inmediaciones de la zona siniestrada para evitar una rapiña de las pertenencias que se encuentra en el interior de las viviendas
"Algunos familias han ido con sus hijos, primos, nosotros igual estamos con unos familiares aquí cerca, pero nos quedamos aquí en la noche para cuidar lo mucho o poco que se pueda rescatar de la casa, aquí estamos viviendo las noches y aquí estamos viviendo", manifestó José Martínez.
La matriarca de la familia, que es una persona de la tercera edad, permanece cerca de los restos del que fuera su hogar durante más de 60 años, en espera de que pueda regresar lo antes posible a una nueva vivienda.
La familia Gómez Hernández sobrevivía con la venta de dulces y otros productos para poder enfrentar a la pandemia causada por el virus, pero por el accidente su mercancía se echó a perder y ahora aumentó su sufrimiento.