Los fenómenos meteorológicos agravaron la situación económica del país
Guatemala.- Los huracanes Eta y Iota, que azotaron Centroamérica en noviembre de 2020, dejaron pérdidas en Guatemala por 780 millones de dólares, según detalló este martes el Gobierno del presidente, Alejandro Giammattei.
La evaluación de los daños, efectuada bajo el aval de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), determinó que la destrucción provocados por los fenómenos meteorológicos ascendió a 6.000 millones de quetzales en moneda local (780 millones de dólares aproximadamente).
Los datos fueron divulgados en una rueda de prensa de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan).
Las entidades gubernamentales detallaron que las pérdidas más grandes se registraron con la destrucción de viviendas particulares, con 2.444 millones de quetzales en daños (317 millones de dólares).
La segunda categoría con más pérdidas fue la agropecuaria, con 1.215 millones de quetzales en daños (157 millones de dólares).
Además, el costo de la atención por la emergencia tuvo un valor para Guatemala de 66 millones de quetzales, equivalentes a alrededor de 8,5 millones de dólares.
La directora de Segeplan, Keyla Gramajo, recordó que fueron "14 días" de "inundaciones, deslizamientos y flujos de lodo" por Eta y Iota, con daños en 16 de los 22 departamentos del país.
Los dos huracanes reconvertidos en depresiones tropicales causaron en Guatemala la muerte de 61 personas y 99 desaparecidos, según el conteo final divulgado también este martes por las autoridades.
Eta y Iota obligaron a evacuar a 311.317 personas y causaron daños en 1,7 millones de habitantes del país centroamericano, con Alta Verapaz e Izabal como los departamentos con más incidentes, puntualizó la Segeplan y la Conred.
La mayoría de los desaparecidos se registraron precisamente en Alta Verapaz, específicamente en la aldea Quejá, donde aproximadamente 150 casas de la comunidad quedaron soterradas.
Eta y Iota tocaron tierra en Centroamérica las primeras dos semanas de noviembre, pero sus secuelas perduraron en Guatemala incluso hasta este mes de enero, pues algunos poblados en el norte del país como Campur, en Alta Verapaz, aún permanecían con inundaciones.
Los fenómenos meteorológicos agravaron la situación económica del país, donde el 59 por ciento de los 16 millones de habitantes viven bajo el umbral de la pobreza, de acuerdo a datos oficiales.