El Gobierno danés anunció hoy un endurecimiento de las restricciones de entrada al país y pasó a desaconsejar todos los viajes al extranjero para impedir la entrada de nuevas mutaciones del coronavirus.
Desde mañana y hasta el día 17 se exigirá a todos los que quieran entrar al país, y no sean nacionales o tengan residencia, un test negativo de coronavirus realizado las últimas 24 horas, que puede ser de antígenos, y un motivo familiar.
Las únicas excepciones serán para los transportistas de mercancías, pasajeros en tránsito y los residentes en países fronterizos, a los que les bastará con presentar un test negativo.
La introducción de esta medida implicará un refuerzo de los controles fronterizos ya existentes, advirtió en rueda de prensa el ministro de Justicia, Nick Hækkerup.
Las autoridades danesas desaconsejarán también durante ese período cualquier viaje al extranjero, no solo los no necesarios como hasta ahora, por lo que todos los países pasarán a estar en rojo.
Quedarán exentos, no obstante, de esa recomendación los viajes relacionados con el transporte de mercancías y la prestación de servicios y los motivados por causas familiares serias.