El titular de la SRE explicó que la pandemia exige una respuesta mundial.
El canciller Marcelo Ebrard advirtió que en el mundo el acceso a las vacunas todavía no es una realidad, a pesar de ser una condición imperativa para superar la pandemia por Covid-19.
En su mensaje durante el debate "Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales: desafíos del mantenimiento de la paz y la seguridad en contextos frágiles", que se celebró en el marco del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) explicó que la pandemia exige una respuesta mundial con un enfoque de prevención que contemple medidas incluyentes.
"Se deben buscar soluciones con enfoque de prevención que contemplen medidas incluyentes. El impacto del Covid-19 nos muestra la magnitud de los retos que tenemos por delante. La pandemia exige una respuesta mundial basada en la unidad, la solidaridad y la cooperación multilateral para garantizar el acceso universal a medicamentos, vacunas y equipo médico para hacerle frente, y así reducir los efectos negativos y evitar los rebrotes", señaló.
La recuperación a la que puedan llegar las naciones tras las crisis sanitaria y económica requiere de la solidaridad internacional y no dejar a nadie atrás, más allá de sólo administrar el conflicto, dijo el canciller.
"Recuperarnos de la actual crisis sanitaria y económica con un renovado compromiso y solidaridad internacional para no dejar a nadie atrás, ello sólo se hará posible si adoptamos nuevos enfoques que vayan más allá de administrar conflictos y que logren una transición de situaciones de conflicto e inseguridad y coloquen a los países en la senda de la estabilidad y el desarrollo", sentenció Ebrard.
Al referirse a las amenazas a la paz y seguridad internacionales, que calificó de multidimensionales y en constante evolución, destacó que no se trata sólo de conflictos militares o políticos, sino que también están relacionadas con temas de desarrollo, de derechos humanos, de fenómenos ambientales o en materia de salud.
Sin embargo, los conflictos violentos en los últimos años se han agravado por la desigualdad económica, así como por la pobreza crónica, principalmente, entre otros factores.
"En los últimos años hemos sido testigos de nuevos ciclos de violencia y de la agudización de conflicto en contextos de fragilidad que se ven agravados por factores como la pobreza crónica, la persistencia de desigualdades económicas y sociales, la degradación ambiental, la inseguridad alimentaria, así como violaciones a los derechos humanos, la discriminación y el tráfico y comercio irresponsable de armas", indicó el titular de Relaciones Exteriores.
En 2020 a estos retos se sumó la pandemia de Covid-19, reflexionó, de ahí la necesidad de contar con una visión más amplia, solidaria y humana que permita a la comunidad internacional atender las causas que son más de fondo de los conflictos internacionales.
Reconoció que existen situaciones de fragilidad vinculadas con las capacidades de los Estados para atender las demandas de sus ciudadanos.
"No se puede mantener la paz si no se impulsa el fortalecimiento de las instituciones nacionales y la participación incluyente y activa de toda la sociedad, en particular de las mujeres y de los jóvenes", dijo.
"La estabilidad de los países afectados por el conflicto no depende únicamente del mejoramiento de la seguridad, sino del fortalecimiento del Estado de derecho, el respeto a los derechos humanos y el desarrollo sostenible", finalizó.
* EL DATO
El canciller pidió contar con una visión más humana que permita a la comunidad internacional atender causas de fondo de los conflictos.